“El viento y los chaparrones, en pleno noviembre, no frenaron la voluntad de las 2.000 personas que eligieron ser parte del evento voluntario más grande por nuestras costas, dispuestas a trabajar y aportar información para un ambiente más sano”, consignó la página del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA). Se trató de la novena edición vernácula del Día Internacional de Limpieza de Costas, que tuvo lugar el sábado en 43 playas de los seis departamentos costeros del país. La actividad se hace desde hace tres décadas en más de 100 países y moviliza a voluntarios que recolectan los residuos de las playas y registran lo que encuentran. Esto permite recabar y procesar datos para “mejorar la gestión”, según el MVOTMA.

“A pesar del tiempo, emociona ver a las familias acercarse a este tipo de actividades. El voluntariado es una expresión de la importancia que la ciudadanía les está dando a los temas ambientales”, dijo Alejandro Nario, titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, y destacó la importancia de estas instancias “para que todos tomemos conciencia de lo que está pasando con el mar” y “de cómo la basura marina está incrementándose a niveles que son intolerables”. Agregó: “Todos podemos aportar nuestro grano de arena”.

El MVOTMA informó que los equipos de limpieza estuvieron conformados por voluntarios de todas las edades, “que recorrieron la playa bolsas en mano, y registrando a cada paso los residuos recopilados”. “Estoy juntando la basura de la playa para que no se lastimen de vuelta las tortugas. Ya encontré tres bolsas y un plástico”, contó Julia, de cerca de cinco años, quién participó junto con su padre.

A propósito, el MVOTMA informó que “a lo largo de toda la costa uruguaya aparecen tortugas enfermas por casos de hipotermia, bajo peso, aletas seccionadas, caparazones dañados”, entre otros problemas, y los residuos costeros “una vez que llegan al mar son confundidos con alimentos por la fauna marina, y son uno de los principales motivos de enfermedad y asfixia de las tortugas”.

“En muchos casos el recorrido que realiza una bolsa de plástico, por ejemplo, la conduce desde la ciudad hacia la playa: vuela de la mesa de un picnic, entra a las alcantarillas por las bocas de tormenta, luego viaja hasta las playas y termina en las costas, donde contamina y atenta contra la vida de nuestra fauna costera”, advierte la web del MVOTMA.