Luego de firmar el acuerdo con UPM que permitiría, en bajada y con viento a favor, la construcción de una tercera planta en Uruguay, el presidente Tabaré Vázquez dijo que no lo hizo porque le guste la celulosa, sino “porque genera puestos de trabajo” y porque “generar puestos de trabajo decentes es la mejor política social que se puede llevar adelante”. En virtud de estas declaraciones, la tabacalera Philip Morris, que según Wikipedia en 2015 tenía 91.100 empleados contra los escasos 19.300 que UPM afirma que tiene en su sitio web, cambiará su estrategia con respecto al gobierno uruguayo. “Ahora que nos damos cuenta de que al doctor Vázquez le importan más los puestos de trabajo que los principios, vamos a presentar un proyecto para instalar una megaplanta de cigarrillos en algún departamento pobre del interior”, dijo un jerarca de la empresa al que no pudimos identificar porque su rostro y sus dientes estaban cubiertos de una costra de nicotina.