El presidente de la República, Tabaré Vázquez, dijo ayer que el gobierno ha trabajado “muy fuerte” para lograr la instalación de una tercera planta de celulosa en Uruguay. En un mensaje difundido por las redes sociales del Frente Amplio (FA), el primer mandatario aseguró que la importancia de la fábrica reside en los puestos de trabajo que genera, y dijo que no se firmó el preacuerdo porque le guste la pasta de celulosa. Muchos de los empleos, explicó, se crearán en la etapa de construcción y “en toda la infraestructura que necesita: carreteras, ferrocarril, puentes, caminos vecinales, comunicación, logística portuaria”. Además, destacó lo que generará la planta una vez instalada “tanto en puestos directos como indirectos”, y no sólo para las personas, sino también para las pequeñas y medianas empresas uruguayas, “que van a estar abasteciendo esa producción”. “Generar puestos de trabajos decentes es la mejor política social que se puede llevar adelante”, concluyó.

En tanto, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, cuantificó que con la nueva fábrica de UPM se crearán 600 nuevas empresas y 8.000 puestos de trabajo. En un espacio de intercambio entre estudiantes y egresados de la Facultad de Ciencias, el secretario de Estado destacó la vigencia de la Ley de Zonas Francas, “que establece que habrá 75% de trabajadores uruguayos y hasta 25% de extranjeros, medido a lo largo de toda la obra”. “Todo lo que tiene que ver con las relaciones laborales, la salud laboral, la formación y la negociación funcionará en ámbitos tripartitos, y el gobierno se compromete a que lo que surja de ellos será consagrado en leyes, decretos o convenios colectivos correspondientes”, afirmó. Otro punto que destacó Murro fue que mediante el acuerdo se crea “un centro de alta tecnología del sector forestal-maderero de investigación y desarrollo”, lo que “es parte del proceso de descentralización de estudios terciarios en el país”. Uruguay se comprometió a “organizar y financiar la mejora” de las instalaciones de la UTU en Paso de los Toros, Durazno y Tacuarembó, para “mejorar su capacidad de brindar instalaciones y recursos educativos con respecto a las disciplinas mecánicas, de instrumentación y eléctricas”.

Opiniones

Legisladores de la oposición opinaron sobre el preacuerdo firmado el martes. El senador del Partido Nacional (PN) Álvaro Delgado dijo a la diaria que es favorable a la inversión aunque tiene sus “prevenciones” por datos que aún no conoce. “El anuncio fue muy genérico; estamos accediendo al contrato y lo vamos a hacer estudiar por nuestros asesores”, dijo. Aseguró que es “una inversión que va a incidir en Uruguay en los próximos 30 años, en lo productivo, en lo ambiental, en la infraestructura, en la logística y en temas laborales. Es la principal inversión privada en la historia, pero también es la principal contrapartida que hace el Estado. Con esas condicionantes es que vamos a estudiar el preacuerdo de inversión”.

El diputado del Partido Colorado (PC) Ope Pasquet también dijo que no había leído en texto completo pero encontró “un artículo que dice que, aunque se cumpla con todos los requisitos, UPM se reserva la decisión final de si va a invertir o no”. “Estamos concediendo mucho, nos obligamos a un montón de cosas y ellos tienen la decisión final”, concluyó.

El senador del Partido Independiente (PI), Pablo Mieres, dijo a la diaria que “es una buena cosa que haya avances” en el acuerdo porque “Uruguay necesita inversiones extranjeras”; sin embargo, señaló que lo anunciado fue un progreso “muy modesto”. Aseguró que la inversión que Uruguay va a tener que hacer es costosa y hay que tener “la certeza de la contrapartida”.

El diputado de Unidad Popular, Eduardo Rubio, sostuvo que la planta es “muy negativa para Uruguay”. “No creemos que se resuelvan los temas de trabajo y de la distribución de la riqueza; por el contrario, agudiza los problemas. Va a haber más extranjerización y concentración de la tierra, después de que se construya la planta el empleo va a ser mínimo, y se va a registrar mayor daño ambiental y mayor dependencia a las multinacionales que nos imponen condiciones leoninas”, afirmó. Un punto que llamó la atención de Rubio fue el artículo sobre la educación: “Nos imponen modificar y crear cursos en UTU y plantean temas para el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional. Nos parece insólito que también se entrometan en los planes de educación de Uruguay”. Rubio tampoco consideró que la planta vaya a tener una buena repercusión en la economía, porque hay “exoneraciones tributarias de todo tipo” y “las inversiones van a producir un endeudamiento de más de 1.000 millones de dólares”.