Ayer la Asociación Rural del Uruguay (ARU) despidió el año en su sede de la calle Uruguay, con un brindis y la presentación de las conclusiones del estudio “La producción en el Uruguay: sus problemas del presente y los retos que se avecinan”. Se trata de un análisis de la Dirección de Estudios Agroeconómicos de la organización. El acto cerró con las palabras del presidente de la ARU, Pablo Zerbino, que se refirió a los ajustes salariales y a la extranjerización de la tierra.

Presentado por la responsable del Departamento de Estudios Agroeconómicos de ARU, Rocío Lapitz, y el directivo y productor rural agrícola y ganadero José María Elorza, el estudio hace un repaso de algunos indicadores de la economía uruguaya.

El jueves el Banco Central del Uruguay dio a conocer que el Producto Interno Bruto (PIB) creció en el tercer trimestre de este año 2,2% contra igual período del año anterior, lo que para los analistas “demuestra que si bien la economía está creciendo, lo hace acompañando el crecimiento de la economía mundial”. Según dijeron, el motor [del crecimiento] ha sido el consumo privado. Además, llamaron la atención de que “el empleo no acompaña” el incremento, dado que “tanto la tasa de actividad como la de desempleo presentan caídas”.

El gasto público del gobierno ocupó un capítulo aparte. Los analistas consideraron que su monto es “inexplicable” y, más aun, que “se siga incrementando” en relación con el PIB, ya que este último ha crecido. También observaron que existe un “gran componente rígido” de 80% del gasto público, compuesto por “pasividades, transferencias y remuneraciones”, lo que lo convierte en “una política de difícil manejo”. De paso, tildaron de “ajuste fiscal” la suba de las tarifas públicas del último enero y opinaron que no sólo “no fue suficiente” para moderar las cuentas, sino que además “compromete la competitividad” de la industria.

Por otro lado, consideraron que el tipo de cambio real “sigue desalineado” y, citando un estudio del Fondo Monetario Internacional, afirmaron que “hay un atraso cambiaron de 14%”. “Todos saben el daño que hace eso a los exportadores”, indicó Elorza.

Si bien el clima mejoró durante este último año, los márgenes del sector agropecuario son “muy preocupantes”, dijeron los presentadores del estudio. Las proyecciones para los próximos años muestran “dificultades” según Lapitz, que consideró que “año a año se necesitan más hectáreas para cubrir la canasta familiar”, que ronda los 78.000 pesos, según la medición de Búsqueda, especificó. Los presentadores también criticaron la política de exportación del gobierno porque, aseguraron, si bien existe un “diverso” número de acuerdos comerciales, “la mayor parte de los aranceles que paga Uruguay corresponde a productos del sector agrícola-ganadero”. Además, cuestionaron la “escasa industrialización” de las ventas externas: “La tendencia ha sido a exportar cada vez más commodities”, afirmó Lapitz.

Los analistas también dijeron que “en los últimos años”, y “aun a costa de pérdidas”, el sector ganadero en la fase primaria, así como en la fase de industrialización, no sólo “continuó contribuyendo a la economía”, sino que también “aumentaron las transferencias al resto” de los sectores. “Cuando se mira en una matriz de contexto social, es un sector que no sólo genera empleo en los estratos más altos, sino que también particularmente emplea a los sectores de bajos ingresos. Así que en países como estos, que están en vías de desarrollo, este sector resulta fundamental”, afirmó Elorza.

Caminos

Para finalizar, el presidente de la ARU se refirió al otrora “famoso viento de cola” que vivió el país, “motivo de aumento de los salarios por encima de la inflación” y consecuente “crecimiento del consumo y bienestar”. “Ahora la bonanza se acabó”, disparó Zerbino.

Sobre los ajustes salariales, dijo que “el actual sistema, con atraso cambiario, costos altos, pérdida de competitividad, falta de rentabilidad y endeudamiento, no es sustentable”. “Esto ya lo hemos vivido y ya lo conocemos”, afirmó.

También se refirió al proceso de extranjerización de la tierra y sostuvo que en los últimos 16 años “se ha producido la mayor desaparición de los productores rurales de la historia”, debido a “que no soportan los altos costos de producción”. Dijo que 50% de las ocho millones de hectáreas vendidas desde principios de siglo fueron a sociedades anónimas, en su mayoría extranjeras, y de la otra mitad, casi 70%, también se hizo a residentes del exterior.

Pidió que cese “la desindustrialización”, “el cierre de empresas”, la “pérdida de empleo” y la salida del país de “nuestros hijos”. “Este es nuestro piquete”, añadió, refiriéndose a la prensa: “Esta es la forma en que mejor vamos a procurar cambios, por intermedio de ustedes”.

En febrero

Los mismos planteos presentados ayer fueron resumidos en una nota que la ARU envió al presidente de la República, Tabaré Vázquez, para solicitar una reunión. El mandatario respondió que el encuentro “probablemente” será “alrededor del 20 de febrero”.