“Siempre pensamos y creímos que Jerusalén es la capital histórica del pueblo judío y, por lo tanto, del Estado de Israel”, dice una parte del mensaje que el diputado del Partido Nacional (PN) Gerardo Amarilla les mandó a sus “hermanos pastores” para solicitarles que le envíen una carta de felicitación a la embajadora de Israel en Uruguay, Nina Ben-Ami. “A ella le gustaría recibir algún mensaje de la sociedad, porque en el momento en el que Estados Unidos anuncia [que reconoce a Jerusalén como capital de Israel] hay muchas voces que se levantan en contra y sería de mucho ánimo para ella recibir cartas de la iglesia apoyando esta decisión”, dice Amarilla.

El miércoles 6, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que trasladaría la embajada de su país a Jerusalén, ya que considera que es la capital de Israel. La reacción fue inmediata: el jefe político del movimiento islamista Hamas, Ismail Haniye, llamó a los palestinos a comenzar el 8 de diciembre la tercera intifada, llamada “la liberación de Jerusalén”. Hasta ayer, domingo, había ocho muertos y 135 heridos en territorio palestino.

Consultado por la diaria, Amarilla prefirió no hacer declaraciones sobre el mensaje, porque considera que se trata de un audio “privado” enviado a sus amigos. “Me parece que la capital del Estado de Israel es Jerusalén, yo la visité y allí está la sede del Legislativo y del Ejecutivo; los embajadores uruguayos, por ejemplo, presentan sus cartas credenciales en la Presidencia de Israel, que está en Jerusalén, por lo que hay un reconocimiento tácito de que es la capital de facto. Además, milenariamente es la capital del pueblo judío. El pueblo judío estuvo [en Jerusalén] desde hace 3.300 años, desde que David la estableció como capital. Hay una referencia histórica muy importante”, sostuvo. Sobre la declaración de Trump dijo que fue parte de “su plataforma de campaña”, por lo que no constituyó una sorpresa. “La gente lo votó así”, dijo. Consultado sobre las repercusiones, afirmó: “No tomar decisiones por miedo a las amenazas terroristas me parecería un poco débil por parte de cualquier gobierno”.

De Tel Aviv a Salto

El gobierno uruguayo, por medio de un comunicado de la cancillería del viernes, manifestó su apoyo “a la Resolución 181 (1947) de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, que establece la creación de un Estado judío y un Estado árabe en el territorio de Palestina, con Jerusalén como corpus separatum sometido a un régimen internacional especial”. Además, el gobierno expresó “su preocupación y discrepancia con la decisión del gobierno de Estados Unidos, que no contribuye al imprescindible clima de paz y respeto mutuo necesario para alcanzar una solución justa, completa y duradera en Medio Oriente”. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, declaró el jueves a Telenoche que se trata de “una medida innecesaria, que no contribuye a la consolidación de las resoluciones de las Naciones Unidas”.

La posición de Uruguay no gustó a la embajadora israelí, que publicó en Twitter: “Sorprendida y decepcionada de escuchar el canciller declarando que Tel Aviv es la capital de Israel. Capaz Salto es la capital de Uruguay? Israel tiene una capital, Jerusalén, ya [hace] 70 años. La Knesset, los ministerios, la residencia del PM y del Presidente, la corte suprema, están allí”. Por este mensaje, la cancillería instó a que se hagan las comunicaciones “por los canales oficiales correspondientes” y pidió explicaciones a la jefa de misión.

Sobre la declaración de la cancillería, el representante nacionalista afirmó que el Estado uruguayo “no debería opinar sobre el tema”.

Opiniones encontradas

El diputado del PN Omar Lafluf dijo a la diaria que no se puede separar la condición de pastor de la función como representante nacional. “No lo cuestiono [a Amarilla], pero le voy a pedir que exprese su posicionamiento en la bancada [del PN], porque todos somos diputados y tenemos que manejarnos con cuidado”. Lafluf discrepó con Amarilla sobre la posición de Estados Unidos. “Es evidente que se va a crear un conflicto mucho mayor”, dijo. En el mismo sentido se expresó el representante nacionalista Pablo Abdala. “El anuncio de Trump es absolutamente condenable y fue una provocación innecesaria. Si todos decimos ser pacifistas es menester abonar esas expresiones con hechos y actitudes”, agregó. Sobre Amarilla dijo que “está en todo su derecho de dar su opinión y buscar los canales que crea conveniente en este como en cualquier otro tema”.