El Tribunal de Conducta Política (TCP) del Frente Amplio (FA) está integrado por Nicolás Grab, que lo presidió durante 2017, el ex ministro de Educación y Cultura y ex presidente del FA Jorge Brovetto, Ennio Martínez, María Elena Martínez, Juan Carlos Ferreira y Jaime Igorra. Son nombrados por el Plenario Nacional y la presidencia del órgano rota anualmente. Durante 2018, el presidente será Ennio Martínez. la diaria dialogó brevemente con Grab sobre la ética en la administración pública.

–El tema de la ética en la gestión pública y la relación de los políticos que se desempeñan en esa tarea con sus partidos ha tomado una importancia relevante en los últimos tiempos, no sólo en Uruguay sino a nivel regional, continental.

–Sin entrar en comparaciones, yo diría que sí hay una intensificación de la atención pública en aspectos éticos de la vida política y de la administración. Es muy difícil en estas cosas separar lo que es atención pública de lo que es atención de los medios de comunicación, que, por un lado, recogen el interés público y, por otro, lo provocan. Entonces, no puedo calibrar en qué medida ocurre una cosa o la otra, pero, de hecho, parecería que hay un interés ciudadano, en cierto modo, mayor que antes, y eso es un hecho para celebrar.

–¿Cómo se explica esa intensificación?

–Yo lo relacionaría con la actitud general del ciudadano frente al Estado, porque aunque esto no se diga mucho y no se mencione en los centros educativos, la ciudadanía uruguaya durante varias décadas tuvo una actitud muy tendiente a ver al Estado como una cosa ajena, una cosa de la que no formaba parte, o sea, una entidad extraña a él o una vaca para ordeñar, que es la otra relación del ciudadano con el Estado. Las dos se relacionan directamente, en el sentido de que al considerarme ajeno a esa estructura de la que supuestamente soy protagonista como ciudadano, es lógico que considere que extraer de las arcas públicas lo que pueda es mi santo derecho; es cada cual hace la suya y sin conciencia de que si extraigo algo de esa entidad abstracta, estoy de alguna forma perjudicando al prójimo. Esta es una idea que a muchísimas cabezas uruguayas de muchas décadas no se les ocurría. Entonces, el hecho de que se intensifique el interés público por la moralidad de la gestión administrativa, de la actividad política, es una cosa para celebrar.

¿Qué relación tiene eso con el organismo que yo integro? Estos organismos existen para salvaguardar valores fundamentales dentro del ámbito de la organización política correspondiente. En el caso del FA, el surgimiento del FA hace cuarenta y pico de años tuvo que ver con todo eso, fue una reacción contra eso. Fue una reacción cívica de invitar al ciudadano a tomar en sus manos lo que siempre se supuso teóricamente que era de él, pero de hecho no lo había sido nunca. En el caso particular del FA, la defensa de valores esenciales es esencia de la organización misma.