Debo aclarar que un libro sobre las apariciones de la Virgen de Fátima, en principio, no despierta mi curiosidad como lector. Pero si el autor es el portugués José Luís Peixoto, probablemente uno de los mejores y más interesantes escritores de nuestro tiempo, el panorama cambia sustancialmente. Antes de adentrarnos en la novela, resulta prudente aclarar que una de las dificultades con las que va a encontrarse el lector uruguayo es el desconocimiento de los hechos históricos. Estos marcaron un hito profundamente arraigado en Portugal, y todo ciudadano de ese país, con independencia de que crea o no que aquellas apariciones se produjeron, tiene una mínima idea de cuándo, cómo y dónde se dice que ocurrieron. Para no llover sobre mojado, entonces, Peixoto elaboró su texto pensando en quienes ya conocen estos detalles, y por eso es recomendable que quienes los ignoran realicen aunque sea una breve investigación previa, para comprender cabalmente buena parte de lo que van a leer en En tu vientre.
La novela, editada en portugués a fines de 2015, está estructurada en tres textos distintos que se van intercalando. El tronco principal es la historia de Lucía Rosa dos Santos, integrante del trío de niños que aseguraron haber sido testigos de varias apariciones de un ángel en 1916, y luego de otras de la madre de Jesús en 1917, en el lugar donde pastoreaban ovejas cerca del pueblo de Fátima. Sólo Dos Santos llegó a vivir hasta volverse adulta, y falleció con 97 años (tras pasar más de 80 como monja carmelita descalza), mientras que Francisco y Jacinta Marco, primos de la entonces niña y menores que ella, murieron en 1919 y 1920, respectivamente. Una segunda línea, identificada gráficamente por su disposición a dos columnas y la numeración en versículos, a semejanza de un texto bíblico, podría denominarse El Evangelio según Peixoto. Estos son los pasajes con un contenido más claramente religioso o filosófico, e incluso poético, en los que el autor imagina un libro sagrado con una visión del mundo y de la divinidad que lo identifica.
El tercer texto, y el menos extenso, consiste en interrupciones realizadas por una versión ficcional de la madre del autor. De esta manera, a María, concepto ideal de la maternidad, se le contrapone una madre de carne y hueso. E incluso, siguiendo esta lógica, el escritor portugués se vuelve una especie de contrapeso de Jesús. El personaje de la madre de Peixoto recuerda a este en los aspectos más vulnerables de su humanidad –un bebé al que había que cambiarle los pañales, un niño poco agradecido con los esfuerzos que sus padres hacían por él–, e incluso le echa en cara que está más preocupado por sus libros que por ella. De estos fragmentos parece desprenderse una reflexión acerca de la naturaleza asimétrica de la relación de las madres con sus hijos, en la que ellas están condenadas a dar mucho más de lo que van a recibir.
Hay también un importante punto de contacto entre las referencias a la relación infantil de Peixoto con su madre y el contexto de las apariciones de Fátima. El escritor es originario de la aldea de Galveias, no muy lejos de Fátima, y si bien tuvo la suerte de nacer en 1974, el año de la Revolución de los Claveles –de modo que, durante su infancia, Portugal se fue integrando económica y culturalmente al resto de Europa–, las condiciones de vida en las que se crio su madre fueron parecidas a las que les tocaron, en los comienzos del siglo XX, a Lucía y a tantos niños pobres portugueses, que a menudo comenzaban a trabajar en el campo desde muy pequeños.
La novela hace foco, precisamente, en la dura vida de aquellos niños pastores, a tal punto que las apariciones tienen un papel secundario en la trama; ocurren por lo general entre capítulo y capítulo, sin que la parte del texto que va contando la historia de Lucía se detenga en intentar explicaciones alternativas o más racionales de lo que pasó en esos momentos. En cambio, el libro está lleno de barro, de casas demasiado pequeñas para familias tan numerosas, y de estrategias para engañar el hambre. Los tres pastores eran analfabetos, y Lucía sólo aprendió a leer, con el cura del pueblo, después de manifestar que la Virgen le había dicho que eso sería necesario para la misión que le tenía preparada. Hay un pasaje en que los niños son invitados a almorzar en la casa de un político local, y se sienten tan incómodos como maravillados por lujos que nunca habían conocido. Nadie en esa familia concibe que sean dignos de una aparición de la Virgen, olvidando que el cristianismo, por lo menos originalmente, intentó ser un mensaje de esperanza para los olvidados de la tierra.
Más allá de la posible aridez inicial, debido a su temática y a la laica sensibilidad uruguaya, se trata de un libro escrito con una delicadeza y un estilo poético que no son fáciles de encontrar. A su vez, resulta interesante pensar que en el mismo año en que Portugal estaba viviendo semejante empujón de la fe católica, Uruguay aprobaba la Constitución que separó definitivamente a la iglesia del Estado (y por supuesto, se producía la revolución bolchevique). Se trata, además, de un volumen destacado en la obra de uno de los mejores autores que nuestra época tiene para ofrecer.
En tu vientre, de José Luís Peixoto. Random House, Barcelona, 2017. 160 páginas.