En la entrada al edificio anexo del Palacio Legislativo había en el mediodía de ayer un prolijo despliegue de carteles, sombrillas y cantos poco amistosos para el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, y el senador del Nuevo Espacio Rafael Michelini. Los cincuentones perjudicados por el régimen de las AFAP y la máxima dirigencia del PIT-CNT se concentraron para reclamar que el Parlamento apruebe el proyecto enviado por el Ejecutivo, que está a estudio de la comisión de Hacienda integrada con Seguridad Social de la Cámara de Representantes. Tanto al entrar al edificio como al bajar las escaleras y en la sala Paulina Luisi, el subsecretario de Economía y Finanzas, Pablo Ferreri, defendió la posición de su cartera.

Según las estimaciones del Banco de Previsión Social (BPS), la solución para los cincuentones que envió al Parlamento el presidente Tabaré Vázquez tendrá un costo de 2.500 millones de dólares. En cambio, el astorismo sostiene que el impacto en las cuentas públicas será de 3.648 millones de dólares. Ferreri reiteró esta cifra ayer y agregó que a partir del quinto año de aprobada la ley, cuando se diluya el efecto del fideicomiso que recibirá los aportes de los cincuentones que decidan pasarse al BPS, el impacto será de 0,4% del Producto Interno Bruto. El manejo de estas cifras no les cayó bien a los damnificados, ni al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, y así lo hicieron saber. “Michelini: los cincuentones también tenemos hijos y nietos”, espetaba un cartel a la entrada del anexo. “Michelini, Astori, son unos traidores”, cantaba la gente. Ferreri decidió no atravesar la congregación y retirarse por otra salida. En cambio, Murro fue recibido con saludos y abrazos. “En lo personal, tranquilidad de conciencia, emoción y agradecimiento por esto”, comentó el ministro a la prensa. También hubo elogios para Vázquez: “Con Tabaré defendemos nuestra ley”, fue otro de los cantos.

Murro asistió a la comisión de Legislación del Trabajo de Diputados para tratar el tema de la queja de los empresarios contra el Estado uruguayo ante la Organización Internacional del Trabajo, pero la prensa lo consultó sobre la falta de acuerdo en el Frente Amplio (FA) para aprobar el proyecto de los cincuentones. El ministro insistió en que el proyecto enviado al Parlamento tiene el aval de Vázquez. “El presidente de la República se ha pronunciado. Habló el presidente, por tanto, habló el máximo representante del país”, manifestó. “La población votó al presidente de la República. Yo soy ministro porque me nombró quien fue electo por la población”, insistió. Además, cuestionó las declaraciones públicas de integrantes del astorismo, pero se negó a dar nombres: “Creo que en estos días se ha hecho mucho terrorismo de cifras. Yo nunca he visto hablar tanto de costos a 50 años como en estos días. Parecería que de ahora en adelante todas las cosas que estimemos tenemos que estimarlas a 50 años. Capaz que es un cambio de época”.

Remarcó que la prioridad debe ser “cumplir un compromiso con un sector de la población perjudicado”. “Hace 20 años discutíamos proyecciones, ahora discutimos resultados. Los resultados muestran que tenemos un grupo de gente perjudicada. Hay un compromiso de resolver esa situación. Y lo que se resuelva debe ser teniendo en cuenta todas las cosas que suceden en el país, sin hacer terrorismo de cifras, sin comparar esto con otras cosas indebidamente, y actuando disciplinadamente, como nosotros tratamos de actuar en cada una de las cosas de la vida”, enfatizó.

Luego, Murro salió por la puerta principal del anexo y atravesó nuevamente la congregación. Recibió saludos de los presentes y de la dirigencia del PIT-CNT, mientras el presidente de la central, Fernando Pereira, daba un discurso en el que aseguraba que al PIT-CNT le importa “toda la seguridad social”, no sólo los cincuentones. Agregó que le preocupan en particular las jubilaciones “de poco más de 10.000 pesos, que no dan para vivir en condiciones dignas”. “No nos pueden quitar el discurso de la defensa de los más débiles, no porque lo haya instalado esta dirección del PIT-CNT, porque lo instaló la CNT del 60 con aquella frase: ‘la CNT será el escudo de los débiles’”, sostuvo.

Dijo que la central no sabe “cuál es la deuda que se va a generar de acá a 35 años” por el proyecto, pero sí que “todo eso es lo que se les va a quitar a los cincuentones si no se les paga, porque ese fue el aporte que ya hicieron”. “Lo mejor que le puede pasar al Uruguay es que el Parlamento vote el proyecto presentado por Tabaré Vázquez”, concluyó Pereira. Su discurso fue coronado por aplausos y el canto: “Cincuentones, queremos soluciones”.

Sin salida a la vista

Hoy se volverá a reunir el grupo de trabajo de la bancada del FA que estudia el tema, para lograr una solución que permita votar el proyecto la semana próxima. Si no se logra un acuerdo, la bancada laudará el tema el viernes. El astorismo propuso que los cincuentones puedan cambiarse al BPS y percibir 80% de lo que les correspondería, una propuesta que ya fue rechazada por el resto de los sectores frenteamplistas. El Movimiento de Participación Popular (MPP) propuso como salida, con el aval de Murro y Vázquez, habilitar a los trabajadores a optar si quedarse en la AFAP o cambiarse al BPS al momento de jubilarse. Pero esta iniciativa no conforma al astorismo, porque de esta forma, sostiene, no se reducen los costos de la medida. Esto lo reafirmó Ferreri ayer en comisión.

En este escenario, sectores como el Partido Comunista y la lista 711 advierten que sólo respaldarán el proyecto original enviado por el Ejecutivo. “Nosotros tenemos la posición de que se vote el proyecto tal cual está. En la bancada vamos a votar eso. Después resolveremos y acataremos lo que defina la bancada”, dijo a la diaria el diputado comunista Gerardo Núñez.

El diputado de la lista 711 Felipe Carballo, en diálogo con la prensa a la salida de la comisión, sostuvo que para su sector la mejor opción es votar el proyecto original. Aseguró que no respaldan ni el planteo del Frente Liber Seregni ni la propuesta del MPP de habilitar al trabajador a optar al final de su actividad. “No acompañamos ninguna de esas modificaciones, porque entendemos que el fin que persiguen es que las personas puedan optar en el momento en que se vayan a jubilar, y eso significa que la plata la van a seguir manejando las AFAP”, advirtió Carballo. En cambio, destacó que la propuesta original del Ejecutivo habilita que el BPS reciba “de forma inmediata una suma importante, de 1.500 millones de dólares”, que permitirá constituir un fideicomiso que administrará el organismo.