Hace algunos años se votaron leyes que afectarían los beneficios previsionales de un grupo de uruguayos, que no se preocupó porque tenían una vida por delante y sus preocupaciones pasaban por saber a qué boliche ir de levante el fin de semana y cómo esconder las primeras canas.

Pasaron 20 años y estas personas, que habían sido obligadas a pasarse al régimen mixto de seguridad social, vieron cómo el retiro estaba a la vuelta de la esquina y comenzaron a manifestarse, con la dificultad de tener que hacerlo con dolores musculares o hijos adolescentes que les decían: “¿En serio vas a salir con esa pancarta, papá?”.

Lo cierto es que el mediatizado conflicto hizo mella en el gobierno, que tuvo que dar el brazo a torcer y elaborar un proyecto de ley para los cincuentones que este jueves se aprobó en Diputados.

De esta forma, si todo sigue así, los cincuentones dejarán de preocuparse por la jubilación y volverán a sufrir insomnio por el vacío existencial y cinco décadas de vida desperdiciada.