El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el ex canciller uruguayo Luis Almagro, dijo que “lo importante” sobre el fallo judicial que paralizó la decisión del presidente Donald Trump de prohibir el ingreso a Estados Unidos de inmigrantes de siete países musulmanes “es el funcionamiento de la institucionalidad, la separación de poderes, que esos poderes que actuando con independencia tienen capacidad de incidir y de proteger las libertades y los derechos de la gente”.

En entrevista con el programa Todo pasa, de Océano FM, Almagro agregó que “mientras las instituciones estén funcionando” la OEA observa y constata el hecho y se asegura “de que esa línea de trabajo esté en consonancia con los principios y valores del Sistema Interamericano” y de la propia organización. Almagro afirmó que los migrantes tienen “los mismos derechos que otros ciudadanos de cualquier país” y que esos derechos “tienen que ser protegidos y velados”. El ex canciller expresó que no está para alarmarse sino para trabajar, y afirmó que “el muro no es un invento de la nueva administración norteamericana”. “Es algo que lleva mucho tiempo y tiene un par de administraciones encima. En realidad, el muro ya lleva 650 kilómetros construidos. Y si vemos bien, la planificación de deportados que tiene la actual administración es de tres millones, que es más o menos la misma cantidad, dos millones y medio, que hubo durante la administración [del presidente Barack] Obmama”, añadió.

Luego opinó que “lo más importante es que esto no se haga sobre la base de un discurso de intolerancia o basado en preconceptos hacia determinadas comunidades”, y reafirmó que el muro es un problema para toda Latinoamérica. “Si uno ve el contexto migratorio, México tiene un saldo positivo. Tiene más gente que está retornando de Estados Unidos a México que gente que se está yendo de México a Estados Unidos. Pero para otros países latinoamericanos, especialmente centroamericanos y del triángulo norte [de América del Sur], esa no es la ecuación. Es gente que migra desde otras partes del continente, que utiliza la frontera de Estados Unidos y México. Cuando uno hace un muro es porque no le gusta su vecino. El vecino que puede estar generando estos problemas migratorios es toda Latinoamérica”, afirmó.

Finalmente, consultado sobre la mediación del Vaticano en la situación de Venezuela, Almagro consideró que tras el retiro de la oposición del diálogo, este está “en punto muerto”. Afirmó que si se analiza “cada una de las cuatro mesas de negociación”, en cada una se “perdieron nuevos derechos de la gente, civiles y políticos, y más institucionalidad quedó por el camino”. “Ese es el despropósito institucional en que está Venezuela”, dijo más adelante.