La Justicia investigará en los próximos días a qué se debió la muerte por ahogamiento de Carlos Díaz el sábado en la piscina de su casa de Punta del Este, y si el ahogamiento se produjo por causas naturales, como un infarto o un desmayo. Según dijo al diario El País el juez Marcelo Souto, se dispuso “una serie de pericias que se hacen en el laboratorio” para que “no queden dudas” sobre la causa de la muerte.
Algunos medios de Brasil destacaron ayer la estrecha colaboración de Carlos Díaz con la Justicia brasileña por la causa Lava Jato. Zero Hora informó sobre su muerte y agregó el dato de que “Díaz se acercó a las autoridades brasileñas en las últimas semanas, a partir de la firma de acuerdos de cooperación” con el Ministerio Público de Brasil. “El objetivo era ayudar en las investigaciones del Lava Jato. Él [Díaz] estaba dispuesto inclusive a facilitar el acceso de los fiscales brasileños a las instalaciones y el acervo del órgano uruguayo [la secretaría]”, informó Zero Hora.
El 23 de febrero, un enviado especial de O Globo a Montevideo informaba sobre la firma de un acuerdo de cooperación “inédito” entre Brasil y Uruguay para investigar un esquema de lavado de dinero en Uruguay, procedente de Brasil. La investigación surgió a raíz del dato de que el ex gobernador de Río de Janeiro Sérgio Cabral montó una red para esconder en distintos países cerca de 100 millones de dólares obtenidos ilegalmente. Uno de los involucrados en esas operaciones, informó O Globo, es “el abogado Óscar Algorta, de Montevideo”, que es “dueño de 180 empresas offshore en Uruguay y en Panamá, supuestamente creadas para esconder el patrimonio y los movimientos de recursos de clientes secretos”. El medio brasileño agregó que el nombre de Algorta “aparece en las investigaciones de la Operación Calicute, la versión del Lava Jato en Río”. En ese caso, los investigadores “descubrieron que una secretaria del abogado, María Esther Campa Solaris, figuraba como titular de una cuenta en el banco Pictet & Cie, con sede en Ginebra, donde Cabral tenía escondidos diez millones de dólares”. O Globo recuerda que Algorta también está acusado de haber ayudado a Cerveró a lavar dinero en 2009.
O Globo sostiene que tiene una carta firmada por Algorta que “refuerza las sospechas de que el abogado integra un cártel dedicado a las remesas secretas en Brasil”. En estas operaciones estarían involucradas además dos casas de cambio en Uruguay, “una conducida de forma legal para dar cobertura a otra, mayor y de dimensiones multinacionales, que es conducida de manera totalmente ilegal, tanto en Uruguay” como en otros países, informó el medio brasileño.