El pastor Jorge Márquez había denunciado dos semanas atrás la existencia de un “lobby gay” que promovía “el sexo con menores y con animales”. Sus dichos despertaron críticas desde varios ámbitos. Mientras las organizaciones que promueven la diversidad sexual lo tildaron de intolerante, la iglesia católica lo fustigó por “meter en la misma bolsa algo tan aberrante como la zoofilia y algo tan puro como el sexo con menores”. En la iglesia de Márquez consideran que la homosexualidad y el travestismo son enfermedades, una postura que también generó roces, en esta ocasión en la interna del Partido Nacional (PN). Es que Álvaro Dastugue, integrante de la iglesia de Márquez y también diputado del PN, criticó fuertemente la moción que fue aprobada el jueves de madrugada luego de la interpelación al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, y la calificó de “enfermiza”.

Esta moción fue presentada por el diputado Gonzalo Mujica, quien hace poco renunció al Frente Amplio (FA) y desde ese entonces tuvo varios gestos de acercamiento a la oposición. “[Gonzalo] Mujica no es mala persona, pero sufre de una enfermedad: el travestismo ideológico. Así como Dios creó al hombre y a la mujer, también creó a la persona de izquierda y a la persona de derecha. Pasarse de un lado a otro sin ningún tipo de problema, desafiando el orden natural y divino de las cosas, es enfermizo, y quienes lo hacen deberían ser curados”, aseguró Dastugue. Pero la mayoría de los legisladores nacionalistas no comparten esta visión, y hay incluso quienes plantean que lo verdaderamente “enfermizo” son las posturas de Dastugue. “Si le tiene tanto miedo al travestismo ideológico es porque en el fondo le gusta. Seguro que dos por tres se junta con legisladores del FA en secreto. No me extrañaría verlo un día saliendo de un comité de base de barba, con boina y matera. Es un clásico, los que se horrorizan de esa manera es porque le tienen miedo a lo que está en su interior”, aseguró un legislador de Todos.