Autoridades de gobierno, dirigentes de todos los partidos políticos y sindicalistas destacaron ayer la figura de Alejandro Atchugarry, político del Partido Colorado que murió en la noche del domingo, tras sufrir dos aneurismas. El presidente Tabaré Vázquez aseguró que se le debe mucho a Atchugarry, y recordó que en 1989, cuando el colorado era ministro de Transporte y Obras Públicas y el hoy presidente era candidato a intendente de Montevideo, “la preocupación que teníamos era que el Partido Colorado propusiera a Atchugarry como candidato”. En ese caso, dijo Vázquez, “yo no sé si hubiera sido intendente”. Vázquez destacó que Atchugarry “nunca recurría al insulto, al agravio; era un caballero”.

Todos lo recordaron fundamentalmente como un hombre de diálogo. Después de ser ministro de Transporte durante el gobierno de Julio María Sanguinetti, Atchugarry fue electo diputado y senador entre 1990 y 2005, y en 2002 asumió como ministro de Economía y Finanzas, en plena crisis económica y financiera. El presidente del Directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Heber, recordó que para asumir ese cargo Atchugarry se planteó que no sería candidato en las elecciones de 2005. “‘La única manera de llevar esto adelante es si yo no soy candidato a nada’ , decía, y lo cumplió”, recordó Heber.

Eduardo Fernández, dirigente bancario durante la crisis, destacó que Atchugarry fue “un ministro de Economía que fue un político, que supo, a partir del diálogo, encontrar los caminos para poder empezar a recuperarnos de aquel golpazo”. Además, dijo que fue “un amigo”. El presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, recordó que en plena crisis económica Atchugarry encontró una solución para que 2.000 trabajadores de Primaria que eran contratados por las comisiones de fomento no perdieran su empleo, y esa salida “fue el primer paso para que se regularizara” su situación. Recordó que vivía frente a la sede del PIT-CNT, y que en ese tiempo “casi ningún día dejó de pasar” por allí. Destacó que “no se aisló de los trabajadores”: “Era un muy buen tipo; además de un buen político”.

Sanguinetti, en tanto, aseguró que Atchugarry “fue un héroe de la República sin quererlo, brilló sin proponérselo”. Lo definió como un hombre “austero, sencillo, trabajador, con una enorme devoción por la función pública. Un legislador excepcional, cuidadoso de las leyes; trabajaba aun con gobiernos adversos siempre tratando de mejorar las leyes”.

Si bien el gobierno dispuso que fuera velado con honores de ministro de Estado, la familia resolvió no recibirlos, para respetar la voluntad del dirigente.