En los próximos días retomará su producción el Molino Dolores, que a comienzos de este mes envió a sus 120 trabajadores al seguro de paro. La empresa, propiedad de William Johnson, fue declarada en concurso y quedó a cargo del síndico Gabriel Ferreira, nombrado por la Asociación Uruguaya de Peritos. La semana pasada, Ferreira les informó a la Federación de Obreros y Empleados Molineros y Afines (FOEMYA) y al Sindicato de Trabajadores del Molino Dolores que antes de este domingo 5 de marzo buscaría tener la planta en funcionamiento, bajo su tutela, con 100% de los empleados trabajando. Para conseguir la materia prima necesaria para retomar la producción logró que algunos de los deudores, productores de trigo, pagaran su deuda con su producción, lo que permite que al menos el molino retome su trabajo con 50% de la capacidad de producción. El jueves a las 13.30 habrá una reunión en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, donde se confirmará qué día reabrirá sus puertas la planta.

La noticia se recibió con mucha alegría en Dolores, ya que el escenario “es mucho mejor con el molino funcionando, aunque no se haya solucionado el tema de fondo”, consideró Federico Barrios, dirigente de FOEMYA y secretario de Desarrollo Productivo del PIT-CNT, en diálogo con la diaria. Además de asegurar la fuente laboral, al mantener el molino en funcionamiento se demuestra que la planta es productiva, lo que favorece el proceso de venta. El 2 de agosto será la reunión de la junta de acreedores, y el objetivo del síndico es negociar con los cinco interesados en la compra para cuando llegue el momento de venderla. Las deudas de la empresa (muchas de las cuales son de Cereoil, pero implican al Molino Dolores como garante) se acercan a 50 millones de dólares, y este pasivo es lo que, asegura Barrios, complicó la situación del molino. “El molino entra en dificultades cuando entra en concurso todo el paquete [las dos empresas], se restringen los créditos y le intervienen las cuentas”, lo que comprometió la posibilidad de comprar materias primas. “El molino es fuerte en el mercado, las ventas las tiene hechas; de hecho, los vendedores están a la espera de que se retome la producción”, añadió Barrios. Óscar Muniz, presidente del sindicato de Molino Dolores, aseguró a la diaria que el molino “parado no va a quedar; uno u otro lo van a hacer funcionar”.