El año comenzó con un aumento de precios de 2,6%, por encima del 2,45% que se registró en enero de 2016, pero con menor inflación acumulada en los últimos 12 meses: 8,27%, en comparación con el 9,68% que se alcanzaba un año atrás. Si bien en los últimos años enero se ha perfilado como un mes con alta inflación, se trata de una de las mayores alzas mensuales en los últimos tiempos; hay que remontarse hasta setiembre de 2002 para encontrar el último aumento mayor (3,12%), y hasta enero de 1995 para un registro de una inflación superior en igual mes (de 3,22%).

La suba de precios del primer mes de este año obedeció a una combinación de dos efectos: por un lado, y principalmente, el aumento de las tarifas públicas -en agua corriente (18,3%) y electricidad (33,6%), que restablecen los valores previos al plan UTE Premia-, otros gastos de la vivienda, como los comunes (8,4%), el gas por red (8,8%), el supergás (7,4%) y el alquiler (0,5%); por otro, el aumento de los precios de los cigarrillos (13,6%) y del tabaco (16,3%). El alza de los precios en la vivienda suma, en conjunto, 11,2%, y el de bebidas alcohólicas y tabaco 9,3%, superiores al 10% y 2% que se registraban para cada rubro el mismo mes del año pasado.

También subieron los valores de las comunicaciones (5,2% en total) y del transporte (2,2%), explicados por los aumentos en las tarifas del servicio de telefonía fija (7,2%), del de telefonía celular (2,4%) y del servicio de internet (5,3%) y por las subas en los precios de la nafta (7,5%) y el gas oil (7,4%) a partir del 3 de enero, de la patente de rodado (6,6%), del estacionamiento (2,6%) y del alquiler de automóviles (6%).

En menor medida, también se incrementaron los precios de la salud (1,8%), principalmente por subas en la cuota mutual particular (0,7%), tickets de medicamentos (1,7%), emergencia médica móvil (3%) y servicios integrales de medicina privada (4,6%); los precios de los servicios que engloban recreación y cultura (1,6%); los de restaurantes y hoteles (1,4%); la educación (0,8%); los bienes y servicios de tratamientos personales (0,6%), y de muebles, artículos y productos para el hogar (0,3%).

Por el contrario, bajaron los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas (en conjunto, 0,1%), debido al descenso de los de frutas -bananas, manzanas y peras- y de legumbres y hortalizas -zapallitos, tomates, zapallos, morrones, papas y boniatos- y, en mayor medida, de las prendas de vestir y el calzado (0,8%).