“Con el juicio al Plan Cóndor en Roma hemos demostrado que la historia no encuentra en sí misma mecanismos de autoprotección, que el derecho y la justicia son necesarios para restablecer el orden. A pesar de lo que han expresado algunos abogados defensores de los acusados, que querían demostrar que este proceso fue un intento inútil de juzgar la historia, creemos que lo que constituye una comunidad es la ley, y por eso ha sido sumamente importante llegar a un juicio y a una sentencia, aunque eso haya pasado a 40 años de los hechos”. La fiscal Tiziana Cugini, que junto a Giancarlo Capaldo llevó adelante la acusación en el juicio de Roma terminado el 17 de enero con ocho cadenas perpetuas y 19 absoluciones, participó el miércoles en una mesa redonda con el título Sentenza Operazione Condor. Diritto, Verità storica, Memoria, Giustizia, en la Universidad Roma Tre. Fue organizada por CILD (Coalizione Italiana Libertà e Diritti Civili) en colaboración con Progetto Diritti onlus, Antigone y la misma universidad. Durante su intervención, Cugini no escondió la decepción por las pocas condenas obtenidas, pero quiso destacar que se logró demostrar las responsabilidades en la parte más difícil del juicio: la de las posiciones apicales y la demostración jurídica de la existencia del Plan Cóndor: “Ha sido un juicio muy complejo, con aspectos multidisciplinares que han abarcado varios sectores del derecho. La reconstrucción de las pruebas nos ha empeñado desde varios puntos de vista: hemos llevado testigos que han declarado a más de 40 años de los hechos y a 15 años desde el comienzo de nuestra investigación, y han repetido exactamente sus declaraciones. Se ha hecho un trabajo muy minucioso desde el punto de vista histórico, con una cantidad de documentos muy grande y una reconstrucción de datos que nos permitió demostrar la existencia del Plan Cóndor”. En conversaciones con la diaria, la fiscal dijo que todavía no quiere hablar de la posible apelación porque antes quiere conocer los fundamentos de la sentencia, pero que siente que, a pesar de las muchas absoluciones, el juicio fue una victoria, porque se obtuvo “el reconocimiento de que no puede haber olvido cuando la dignidad humana sufre un aniquilamiento como el que se vivió durante las dictaduras cívico-militares de los 70 en América Latina”.
El abogado Arturo Salerni, defensor de las familias y agrupaciones Recagno, Bellizzi, Rio Casas, Moyano (Uruguay), Montiglio y AFDD (Chile), Stamponi, Campiglia (Argentina) y ASOFAMD (Bolivia) y miembro del comité directivo de la organización Progetto Diritti, destacó el carácter internacional del juicio y “el éxito que representa haber logrado que se realizara”. Luego de haber destacado la figura de María Bellizzi, madre de Andrés, desaparecido en 1977, que fue una de las primeras querellantes en Roma y que no obtuvo justicia debido a la muerte del imputado (Contreras Sepúlveda), Salerni habló de las dificultades de reconstrucción de los hechos, sobre todo en relación al plan probatorio, pero quiso subrayar que “el pedido de cadenas perpetuas es sostenido por pruebas, y la sentencia no debe cambiar el juicio sobre el proceso, que en Italia tiene varios grados”. Y aunque la sentencia pueda haber dejado un sabor amargo, Salerni subrayó que la Tercera Corte de Roma presidida por Evelina Canale “nos dijo que el Plan Cóndor existió”, y que “la sangre y la carne que llenaron este juicio tienen unos responsables”. El abogado miró hacia adelante, a las acciones que se tendrán que emprender, y empezó a razonar sobre los próximos meses: “Ahora tenemos el problema de poner nuevamente bajo la atención de los jueces las muchas pruebas que hemos acumulado y que deben ser nuevamente evaluadas, especialmente en relación a la parte uruguaya, y especialmente lo que se refiere a los acontecimientos de diciembre de 1977 y enero de 1978. Esa cuestión nos interesa particularmente por la presencia de Jorge Néstor Troccoli en Italia. Nosotros estamos convencidos de que él es responsable de la muerte y desaparición de decenas de personas”.
El abogado Luca Ventrella, que representó en el juicio al Estado italiano, señaló el interés de Italia y la importancia de que se haya constituido en parte civil: “No tanto como representación del gobierno, sino como expresión de la comunidad nacional que reacciona y se indigna cuando los derechos humanos son pisoteados y violados en perjuicio de ciudadanos italianos, y también en cualquier parte del mundo”. Ventrella señaló el carácter histórico del juicio y de la sentencia: “Primer juicio en Europa en contra del Plan Cóndor; primera sentencia de condena para la toma del Palacio de la Moneda; primera vez que son condenados responsables de varios países”. Se detuvo en la relación entre derecho y verdad histórica, y detectó que a veces hay un desfasaje, porque el resultado de un juicio penal es la comprobación de responsabilidades personales, y lo que sabemos que pasó podría no ser probado para cada imputado.
Participaron también representantes de los estados nacionales de Bolivia y Chile y de la asociación 24 Marzo. La cónsul boliviana en Roma leyó un mensaje de Nila Heredia, esposa de Luis Stamponi, secuestrado en Bolivia y desaparecido en Argentina. El representante de la embajada chilena habló sobre los juicios en curso en Chile y el proceso de justicia transicional también en ese país.