Todo comenzó cuando se detectó un automóvil merodeando alrededor de varias instalaciones militares y sacando fotos de ellas. La primera hipótesis que manejaron los oficiales de inteligencia policial y militar fue que se trataba de militantes del sector frenteamplista CAP-L, que intentaban documentar el mal estado en que están los cuarteles luego de que el ex ministro de Defensa Nacional (MDN), Eleuterio Fernández Huidobro, perteneciente a este sector, falleciera y fuera sustituido por Jorge Menéndez. De todas maneras, la hipótesis fue descartada cuando varios testigos coincidieron en que los ocupantes del automóvil eran personas “con aspecto de violentos, pero poco instruidos”. La segunda hipótesis, que se maneja hasta la fecha como la más probable, es que existen bandas criminales planeando robos de armamento en unidades policiales y militares. Si bien se están extremando los cuidados para que los delincuentes no cumplan con su objetivo, la posibilidad de llegar a “un acuerdo” con ellos está siendo contemplada “con interés” por parte de las autoridades, según explicó un funcionario del Ministerio del Interior. “Obviamente que no queremos que nos roben las armas. Pero si esa gente quiere hacer un intercambio de arsenales, estamos dispuestos a escuchar ofertas, porque los delincuentes tienen armas mucho más modernas y poderosas que la Policía. Si logramos un intercambio favorable sería una excelente oportunidad para volver los arsenales de las fuerzas públicas más modernos y competitivos”, agregó.