Ahora sí: el cierre de Fanapel es definitivo. Ayer una asamblea de trabajadores papeleros de Juan Lacaze resolvió habilitar al sindicato a negociar aproximadamente unos 300 despidos, correspondientes a los 260 operarios que dependían directo de Fanapel y a los 40 contratados por empresas tercerizadas.

Marcelo Olaverry, presidente del Centro Unión Obreros Papeleros y Celulosa (CUOPYC), dijo anoche a la diaria que se llegó a esta situación como consecuencia de varios factores. “La fábrica no quiere abrir, y el Poder Ejecutivo, más allá de lo energético, tampoco se jugó entero. Y ahora una asamblea habilitó a CUOPYC a negociar los despidos, dando por cerrada la fábrica”, resumió.

Para Olaverry, resulta “irreal” pensar en una fábrica abierta, y por eso la asamblea decidió habilitar este camino. “No podemos vivir en una incertidumbre, hay que pensar en nuevos planes para Juan Lacaze, pero ya con Fanapel cerrada”, agregó el sindicalista papelero.

Además de los contactos que los trabajadores de Fanapel ya iniciaron con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), este jueves a las 11.00, en la sede de CUOPYC, habrá una reunión del Plenario Intersindical local con autoridades de gobierno, que será preparatoria de otro encuentro, convocado para el 9 de marzo, en el que se analizarán posibles salidas laborales para esta localidad coloniense.

Este jueves viajarán a Juan Lacaze el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro; el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García; el subsecretario de Industria, Guillermo Moncecchi, y el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda; tras su gira por Rusia, el presidente Tabaré Vázquez reclamó un “mayor protagonismo” del Ejecutivo y de la fuerza política para colaborar con la situación de emergencia laboral que atraviesa esta ciudad de Colonia.

Darío Brugman, alcalde frenteamplista de Juan Lacaze, confirmó esta reunión y evaluó, en el caso de Fanapel, que la voluntad de la empresa de no retomar las actividades “se veía venir”. “Se cierra un ciclo importante para la ciudad, ahora hay que mirar para adelante y pensar cómo salimos de esta situación. Creo que hay un consenso político en el gobierno y en la oposición de que Juan Lacaze necesita un plan especial de desarrollo, no de subsistencia, como hasta ahora”, opinó.

Uno de los planes que se manejan, y que van a estar sobre la mesa en las próximas reuniones con el Ejecutivo, tiene que ver con una posible inversión en el puerto de Juan Lacaze, en la que habrían manifestado interés los empresarios Ricardo Zerbino y Orlando Dovat, y dos operadores logísticos del puerto de Montevideo. Se trata de la posible construcción, en China, de un barco especialmente diseñado para el transporte de mercadería entre Juan Lacaze y la ciudad argentina de La Plata. Este proyecto, que está a estudio del comité de crédito del Banco República, permitiría comercializar mercadería de Brasil, Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay desde Juan Lacaze, cuya terminal portuaria opera bajo un régimen de “puerto libre”. En las últimas semanas, representantes de la Agencia de Desarrollo Económico local han viajado a La Plata para plantearles a las autoridades portuarias argentinas el interés en desarrollar esta iniciativa logística.