Un grupo de ciudadanos que se declaran interesados en aportar al plan de revitalización de Ciudad Vieja redactó una carta dirigida al intendente de Montevideo, Daniel Martínez, en la que solicitan que los ómnibus sigan transitando por la calle Reconquista cuando salen de la Ciudad Vieja. En la misiva, para la que se recaban firmas en www.change.org/p/aporte-al-plan-de-revitalización-de-ciudad-vieja, aseguran que es necesario preservar los edificios que están sufriendo el impacto del tránsito pesado, con el consiguiente deterioro. Explican que las edificaciones de la calle Buenos Aires son más antiguas que las de la calle Reconquista, y que la calzada es más angosta, lo que las hace más vulnerables frente a los movimientos de los ómnibus. Además, dicen, las “amplias veredas de la calle Reconquista permitirían la construcción de refugios para los usuarios del transporte público, así como [aumentarían] la comodidad durante la espera”, y explican que “cuando los ómnibus transitan por la calle Buenos Aires en las horas pico las personas esperan ‘amuchadas’ a lo largo de media cuadra, imposibilitando el tránsito de los peatones”. Los embotellamientos “generan consecuencias sonoras, ambientales y de seguridad para la integridad física” de los usuarios del transporte, peatones y vecinos del barrio.
El grupo pone a disposición de las autoridades municipales documentos gráficos que prueban que el tránsito colectivo es más eficiente por la calle Reconquista. La carta concluye con unas palabras dirigidas al jerarca departamental: “Estimado intendente, sabemos de su sensibilidad y escucha ciudadana, desde ya descontamos sea tenida en cuenta nuestra preocupación ante la posibilidad de que los ómnibus vuelvan a circular por la calle Buenos Aires”. El director de Movilidad de la Intendencia de Montevideo (IM), Pablo Inthamoussu, dijo a la diaria que el pedido de los vecinos no es descabellado. “Es en la dirección en la que vamos. La Ciudad Vieja está en un proceso de cambio. No es una decisión tomada, pero creemos que el pedido de los vecinos tiene una lógica. Las razones que esgrimen son de recibo, pero cuando uno administra una ciudad tiene que buscar equilibrios, también hay que tener en cuenta otras opiniones”.
No está decidido
Inthamoussu asistió ayer a la Comisión de Movilidad de la Junta Departamental a pedido del edil blanco Javier Barrios Bove.
El integrante de la oposición quería saber qué medidas tomó la IM para minimizar el impacto del aumento del precio del boleto, anunciado para marzo. Solicitó, además, información sobre el trabajo del Consejo Consultivo de Transporte Colectivo y preguntó sobre el planteo realizado por Martínez al presidente Tabaré Vázquez sobre las vías alternativas de salida para la producción de una segunda planta de UPM.
Inthamoussu aseguró que “no hay decisiones tomadas” sobre el aumento del boleto. “Hay una continuidad de un trabajo llevado adelante durante todo 2016, que permitió mantener el precio del boleto que se paga con dinero electrónico sin ajustes, desde marzo de 2016. Lo que sí está sobre la mesa es que en marzo hay un incremento salarial extraordinario, porque el convenio con el sector lo estipula así y eso tiene un impacto en la paramétrica”.
Barrios Bove asegura que el incremento en 2016 fue por encima de la inflación y superior al aumento de los salarios, tomando el valor de 30 pesos, “con un dólar planchado y con el combustible subsidiado”. La sospecha de Barrios es que la IM aumenta el precio del boleto para bajar la cantidad de dinero que tiene que destinar al subsidio.
En tanto, Inthamoussu afirmó que “quitando del universo a los que ya tienen tarjeta [del Sistema de Transporte Metropolitano, STM] de forma obligatoria, como los estudiantes y los jubilados, 69% de los usuarios continúa pagando en efectivo y 31% usa la tarjeta; se multiplicó por tres la cantidad de gente que empezó a usar el dinero electrónico a partir de la diferenciación de noviembre”.
Según el edil del Partido Nacional “tampoco se entiende que como mínimo los estudiantes tengan que sacar 20 boletos. Cuando la IM acordó con las empresas de recarga que el mínimo de la STM fuera de cinco boletos nos opusimos. Este tipo de decisiones va en contra de los que menos tienen. Se debería poder sacar uno, dos o tres boletos”.
Desde el 13 de noviembre de 2016 la IM aplica un diferencial de 2 pesos de incremento para los que pagan al contado, aquellos que suben con dinero al ómnibus. “Creemos que, en lugar de aumentar a 30 pesos, se debería haber bajado el boleto a 26 para los que usaran la tarjeta”.
Otra de las preocupaciones de Barrios Bove es el subsidio al gasoil para el transporte de la capital. “No es justo que todo el país pague algo de Montevideo. El año pasado los transportistas pagaban 18 pesos el litro cuando estaba a 40”. El integrante de la Junta aseguró que por cada litro de gasoil vendido se destinan alrededor de tres pesos al transporte de la capital.