El abogado uruguayo Óscar Algorta está vinculado, por su actividad profesional, a personas acusadas de lavado de activos en Brasil. Una de ellas es el empresario brasileño Vinícius Claret Vieira Barreto, preso en Montevideo a la espera de un pedido de extradición; Algorta integra el directorio de una sociedad panameña de la que Vieira Barreto es también director, según informó el portal Sudestada el 15 de febrero.
Algorta se comunicó con la diaria para aclarar la compra de un apartamento en Carrasco por valor de un millón de dólares, informada por este medio (ver recuadro), y se ofreció a responder por escrito sobre los vínculos con empresarios brasileños que lo han puesto en el foco de las investigaciones sobre lavado de activos en Brasil.
En febrero de 2015, el Ministerio Público Federal de Brasil acusó a Algorta de ser el “mentor intelectual de la operación de blanqueamiento de capitales que benefició a Nestor Cerveró”, ex director del área internacional de Petrobras. Algorta abrió en 2008 una sociedad anónima denominada Jolmey SA, a pedido de Cerveró. La acusación sostiene que Algorta intervino en la compra de un inmueble en Río de Janeiro, una de las operaciones que se señalan como prueba del lavado. En el escrito que presentó ante la Justicia de Brasil, Algorta sostiene que “jamás” participó en “ninguna actividad que pudiera configurar un delito de lavado de dinero o blanqueo de capitales, en ninguna de sus formas, ni de manera directa ni indirecta”, y que la acusación que se formuló contra él se hizo de forma “por demás ligera” y “sin prueba fehaciente alguna”. Alegó que Cerveró solicitó asesoramiento del estudio jurídico Algorta & Asociados en 2008 y que en ese momento el ex director de Petrobras era “una persona respetable, respetada y que gozaba de una excelente reputación”, y que se le aplicó un procedimiento de due dilligence para cerciorarse de ello. “Se trataba de un profesional muy reconocido, que tenía ingresos superiores a 100.000 dólares por mes más bonos anuales” y tenía “un patrimonio personal importante”, indica el escrito. Además, Algorta asegura que no intervino en la compra del apartamento, “ni en su negociación, ni en locación o alquiler”, ni en la apertura de una cuenta bancaria de Jolmey do Brasil en un banco brasileño. “En el escritorio no teníamos idea de la negociación del inmueble, su valor y con quién se estaba negociando”, sostiene. “Sólo asesoré dentro de mi profesión y en mi país a una persona que seis años después aparece involucrada en escándalos de corrupción”, indica el abogado uruguayo en su escrito.
En octubre del año pasado, el juez de la 13ª Corte Penal Federal de Paraná, Sérgio Moro, intimó a Algorta por correo electrónico a designar un abogado defensor brasileño. El 23 de febrero de este año, Moro certificó que no había recibido respuesta de Algorta. El abogado manifestó en el escrito que presentó ante la Justicia que hay un presumario abierto en Uruguay por esta causa y que continuar el proceso en Brasil “estaría vulnerando la garantía básica de todo Estado de Derecho, por el cual no se puede juzgar en los dos países las mismas conductas”.
El vínculo con Dario Messer
Cuando saltó la red de corrupción para la compra de votos de parlamentarios -conocida como mensalão- en Brasil en 2005, por la que se condenó a dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT), surgió el nombre del cambista de Río de Janeiro Dario Messer como operador de remesas ilegales para el PT hacia el exterior entre 1998 y 2003. La Justicia brasileña resolvió apresar a Messer pero por otra causas, vinculadas al envío ilegal de dinero al exterior. En una nota publicada el 21 de agosto de 2004, Folha de São Paulo informaba que se expidió un pedido de prisión de Messer durante la operación conocida como Farol da Colina, y el 13 de noviembre de 2009 el diario brasileño Estadão informaba sobre un pedido de prisión cursado por la 4ª Vara Federal de Brasil contra Messer por fraude. Pero Messer no fue apresado. Actualmente está en Paraguay, y tiene buenos vínculos con el presidente de ese país, Horacio Cartes. En una entrevista con el diario paraguayo Última Hora el 19 de diciembre de 2010, Cartes calificó lo sucedido con Messer de “persecución” y se refirió a él como “un amigo al que considero un hermano”.
Algorta tiene vínculos con Messer: es el único director de la sociedad anónima Cito Overseas Ltd., con sede en las Islas Vírgenes Británicas, de la que Messer es el único accionista. Cito Overseas Ltd. opera en Uruguay mediante la sociedad anónima EG y tiene una cuenta en el banco EVG Bank Ltd, con sede en la isla de Antigua. Entre 2009 y 2011, la cuenta de Cito en el EVG Bank tuvo valores en custodia por 19 millones de dólares. En 2011, las custodias fueron traspasadas a Freefly Investment Fund y se cerró la cuenta en el EVG Bank. En 2012, Freefly custodiaba 22 millones de dólares de Cito. En octubre de 2013, se designa a Algorta como único director de Cito, como manera de facilitar los contactos con la sociedad uruguaya EG.
El 18 de diciembre de 2013, el director de EG Enrico Machado le envió una carta a Algorta, que el 23 de febrero de este año fue publicada por O Globo. Allí le expresaba que por existir indicios de delitos cometidos en Brasil por Dario Messer, los fondos de Cito serían colocados a disposición de las autoridades uruguayas, brasileñas, estadounidenses y suizas. También se apunta en la carta que Messer utilizó tres empresas (Doucet, Blostock y Greenwood) y dos casas de cambio (no se mencionan los nombres) para llevar a cabo operaciones de lavado de dinero. El 23 de diciembre de 2013, Algorta le envió una carta a Enrico Machado, a la que accedió la diaria, en la que le exige “bajo apercibimiento” que “ponga a nuestra disposición en un plazo de 48 horas el estado y evolución de los activos” de Cito en Freefly Investment Fund y solicita se le comunique, en el mismo plazo, en qué país “fueron ‘congelados’ los activos en custodia de Cito”.
Al no recibir respuesta, Messer resolvió denunciar penalmente a los directores de EG por apropiación indebida. Según relata Messer en su escrito judicial, que fue enviado por Algorta a la diaria, en 2013 las relaciones entre Cito y EG “cambiaron” y se “comenzó a notar cierto deterioro de las mismas”. “Se hicieron varias solicitudes que no fueron cumplidas por el personal de EG Uruguay”, indica la denuncia. Messer señala que se intimó a EG mediante escribano público a detallar el estado de los activos y en qué país se congelaron los fondos, ya que “hemos verificado que ni en Brasil, Uruguay, Estados Unidos o Suiza se han hecho denuncias contra Darío Messer o contra Cito que hayan determinado ningún congelamiento de los activos que tiene Cito en Freefly Investment Fund, y que administra EG Uruguay SA”. Por tanto, Messer concluye que los directores de EG “han incumplidos los deberes de depositario de fondos ajenos y se niegan a devolverlos”, por lo que “su conducta bien que puede encuadrar en una eventual tipificación de apropiación indebida”. EG Uruguay está domiciliada en el barrio Carrasco de Uruguay. la diaria intentó comunicarse con sus representantes, sin éxito.
Algorta tiene la misma visión que Messer sobre la actuación de EG. El abogado uruguayo dijo a la diaria que aceptó ser director de Cito para canalizar la denuncia contra EG en Uruguay. Informó que sigue siendo asesor de Messer en temas societarios y que lo conoció en la década de 1980 “por intermedio de su familia, que tenía un banco en Brasil llamado Banco Dimensão”. Messer era también “amigo de un economista muy reconocido en Uruguay, Bernardo Bomsztein, que luego de dejar su tarea en el Banco Central, asesoraba a Lespan SA [Cambio Gales en su momento], al igual que yo”, apuntó Algorta. Sobre las causas pendientes en Brasil contra Messer, Algorta dijo: “No conozco ni creo que haya un juicio contra el señor Dario Messer en Brasil. Su fuente es la prensa. Aseguro que el señor Messer no tiene ninguna causa abierta”.
Lavado en Río
Otras informaciones involucran a Algorta en la denominada Operación Calicute, la “versión del Lava Jato en Río”, como la calificó O Globo. Ese medio sostuvo que los investigadores de esa operación descubrieron que una secretaria de Algorta, María Esther Campa Solaris, figuraba como titular de una cuenta en el banco Pictet & Cie, con sede en la ciudad de Ginebra, Suiza, donde el ex gobernador de Río de Janeiro Sérgio Cabral habría escondido diez millones de dólares. Algorta sostuvo que esa información no es cierta. “Es imposible que un banco suizo de más de 200 años le abra una cuenta por esa cifra a una persona física que no conoce y a la que nunca trató. Reitero, es imposible. Ninguna persona del estudio tiene cuenta en ese banco”, declaró.
El fin de semana pasado, en el marco de la Operación Calicute, se detuvo en Maldonado y en el aeropuerto internacional de Carrasco a los empresarios Vieira Barreto -conocido como Juca Bala- y Cláudio Fernando Barbosa. Según informó y documentó el 15 de febrero el portal Sudestada, Algorta es director de una offshore panameña, Sabra Holdings, cuyo único accionista es Vieira Barreto.
Algorta dijo a la diaria que desde que Vieira Barreto se instaló en Uruguay, “nos solicitó primero asesoramiento para su radicación y posterior obtención de la ciudadanía uruguaya”. “Luego hemos asesorado en estructuras societarias; ese siempre ha sido nuestro trabajo”, señaló el abogado uruguayo. Algorta explicó que él integra Sabra Holdings como director porque “la sociedad es panameña y necesita tres directores”. “El objeto fue abrir una cuenta en el exterior. La apertura la realizaba él; los ingresos y los egresos, también, sin necesidad de que ninguno de los otros directores tuviéramos participación. Desde el inicio, el único accionista y beneficiario final era y es el señor Vieira Barreto”, aseguró Algorta.
El apartamento en Carrasco
la diaria informó el 28 de febrero que Algorta adquirió un apartamento en Carrasco por un millón de dólares, y que este hecho era investigado por la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft). Algorta dijo a este medio que la operación “ya fue inspeccionada por Senaclaft y al escribano no le han reprochado nada”. “Está más que justificado el origen de los fondos. Todo lo que tengo es fruto de mi trabajo, ejercido siempre dentro de la llamada lex artis”, manifestó el abogado.