El comienzo de las clases en la educación privada estuvo marcado, según el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), Sergio Sommaruga, por algunas decisiones que tomaron a fines del año pasado algunos colegios privados. Según el dirigente, cuatro instituciones de enseñanza (los colegios Elbio Fernández, Sagrada Familia, Cervantes y Nubarian) instrumentaron despidos que el sindicato caracteriza como antisindicales en algunos casos, porque afectaron a delegados del núcleo sindical de los colegios y tienen un componente “persecutorio”, y como arbitrarios en otros casos, porque no hubo motivos que los justificaran. “Sucede muchas veces que se despide a trabajadores para contratar a familiares, amigos o ex alumnos, por cuestiones de nepotismo, o para abaratar la mano de obra”, de forma de contratar a docentes sin antigüedad por menor salario, explicó Sommaruga, y añadió que muchas veces esta es la causa de los despidos arbitrarios.

El Sintep viene denunciando públicamente esta situación con pasacalles ubicados en distintos puntos de Montevideo, y en particular cerca de estos cuatro centros de enseñanza. Sommaruga aseguró que estos despidos “impactan” por su significado, y no tanto por la cantidad, en particular porque los despidos antisindicales “atentan, además de contra el trabajador, contra el colectivo mismo”, pero añadió que también hubo una cantidad significativa de despidos en el colegio José Pedro Varela. Dijo que tras el cierre de la sucursal de Ciudad de la Costa, los despidos en el Varela superan los 100, debido a la crisis que sufrió ese colegio a fines de 2015 y la baja de la matrícula.

Muchas veces estos despidos implican que luego los colegios deben contratar, en algunos casos, a docentes jóvenes sin titulación. “Esa es una práctica usual de las instituciones privadas”, consideró Sommaruga, que añadió que “desde el punto de vista pedagógico hay un debate en relación al supuesto nivel académico que ofrecen las instituciones privadas, cuando en realidad no siempre contratan docentes titulados”. Por otra parte, y si bien son excepciones, el dirigente dijo que hay casos en que algunos grupos comenzaron las clases sin todos los docentes: “No es exclusivo de la enseñanza pública que algunos grupos arranquen las clases sin docente, aunque no es una de las características de este comienzo de clases”.

Por otra parte, Sommaruga agregó que este comienzo de cursos también está signado por la situación de dos instituciones que atraviesan una “situación grave” desde el punto de vista económico y financiero, “aunque no sea visible”. “No son hechos episódicos ni contingentes, tienen raigambre en el sistema, y es que además del Varela hay algunas instituciones en crisis, producto de factores internos y de factores sistémicos”. Entre los factores internos mencionó sistemas de gestión con enormes falencias, y entre los sistemáticos se refirió al “descontrol” que reina sobre la enseñanza privada; puso como ejemplo que ha crecido “mucho más el número de instituciones que la matrícula, entonces el propio sistema tiende a cerrar instituciones, porque no aguantan la pérdida de matrícula”.

El Sintep tendrá una asamblea mañana a las 18.30, en la que analizará el comienzo de clases y las situaciones conflictivas que se han dado. Muchos de los conflictos, asegura Sommaruga, tienen que ver con la “opacidad que hay sobre los problemas de la enseñanza privada”, y con que si bien el sindicato hace muchas denuncias, “no hay controles”. Institucionalmente, la Administración Nacional de Educación Pública (y cada consejo desconcentrado según el nivel), el Ministerio de Educación y Cultura, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, la Dirección General Impositiva y el Banco de Previsión Social tienen distintas capacidades de contralor sobre la actividad, que, a entender de Sommaruga, “no se ejerce con la debida eficiencia y efectividad”. “La enseñanza privada es una zona franca desde el punto de vista impositivo, y una zona de desregulación absoluta” desde el punto de vista educativo, afirmó el dirigente, que aseguró que el sistema político “no da respuesta”: “Tenemos tremendos problemas y discuten sobre un problema técnico, que es la transposición didáctica de un concepto”, en referencia a la polémica sobre el libro de historia que utiliza a Los Pitufos como ejemplo de cómo podría funcionar una sociedad comunista.