Los trabajadores del Colegio José Pedro Varela hace rato que vienen enfrentando desmanes por parte de la administración del colegio. El jueves los docentes resolvieron parar porque aún se les debe salarios, despidos y salario vacacional. El responsable de Asuntos Laborales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), Sergio Sommaruga, dijo ayer a la diaria que mantendrán la medida hasta que, al menos, se les pague el sueldo de febrero. Hoy, en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), se reunirán sindicalistas, empresarios y síndicos. Sommaruga dijo que pedirán un diagnóstico de la situación para ver si hay puntos de coincidencia y así sí poder acordar. “Significa, ni más ni menos, acordar que se cumpla con la ley, con nuestro contrato laboral”, afirmó.

“No hemos sido obtusos ni necios. Hace más de un año que estamos siendo flexibles y tratando de encontrar una solución para mantener las fuentes de trabajo. [El colegio] es una empresa, no una cooperativa, y su directorio no ha resuelto la crisis; por el contrario, la ha profundizado. Ya se cruzó la línea roja”, aseguró Sommaruga.

El jueves 16 los trabajadores resolvieron en asamblea esperar una semana más para que la empresa les pagara el sueldo; vencido ese plazo, tomaron la decisión de parar. Según difundieron en un comunicado en ese momento, hasta ese entonces sólo les habían pagado 3.000 pesos como adelanto del sueldo. Se continúa adeudando 35% del salario de enero de 2016, 50% del salario vacacional de 2015; en total, la deuda llega al millón de dólares. Además, los trabajadores no pudieron tomar licencia, porque no había recursos para pagar el salario vacacional de 2016. Sommaruga advirtió que incluso hay trabajadores que por más que quisieran ir a trabajar no podrían porque “no tienen ni para el boleto”.

“Hemos sido flexibles, aportado ideas, respetado acuerdos y confiado siempre en la buena fe de la negociación. Hemos conversado con las autoridades acerca de las estrategias que consideramos inconvenientes, como la caída de convenios con los padres, comunicados institucionales que hablan de la insolvencia del colegio, reuniones de padres en la que se ponen plazos y condiciones para el cierre”, pero las “irregularidades e incumplimientos” se siguen sumando, aseguró.