La Intendencia de Montevideo (IM) dio marcha atrás y dejará entrar a los recicladores al vertedero municipal. El viernes la Unión de Clasificadores de Residuos Urbanos Sólidos (UCRUS) se reunió con el intendente, Daniel Martínez, y acordaron un plazo de tres meses para la conformación de una cooperativa. En ese período UCRUS recibirá el asesoramiento del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT y de la Universidad de la República.
En la reunión del viernes se acordó establecer un lugar especial y seguro para los trabajadores, que usen ropa adecuada que los identifique y que se deriven camiones con material adecuado para el reciclaje.
El presidente de la UCRUS, Juan Carlos Silva, dijo a la diaria que salieron conformes del encuentro y confirmó que hoy se reunirán con representantes de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (ADEOM) de la capital para ajustar los términos de la conformación de la cooperativa.
En noviembre de 2016 la IM planteó la posibilidad de formalizar el trabajo de los recicladores y les puso un plazo de cinco meses para la elaboración de una lista de personas interesadas en formar parte de una cooperativa. Silva dijo que de las más de 200 personas que trabajan en el vertedero, 78 se anotaron. “Lo que queremos es que esos nombres no sean fijos, porque sabemos que algunas personas no van a seguir y tenemos la idea de ampliarla”. Silva aseguró que es difícil el cambio de la cultura de trabajo porque, si bien con la cooperativa pueden llegar a percibir menos dinero, tendrán acceso a la seguridad social, licencia y aguinaldo. Según Silva alguien “metió cizaña” porque se dijo que procuraban 40.000 pesos de sueldo, cuando “nunca hablamos de eso”.
El problema surgió cuando aumentó la cantidad de personas que van a reciclar al vertedero. Silva explicó que cuando la IM instaló los contenedores cerrados y prohibió a los comercios, empresas e instituciones tirar sus desechos en los contenedores domiciliarios (decreto departamental 34.205), disminuyó la cantidad de material para reciclar en la calle. Además, las personas nuevas que, con el afán de hacerse con lo que llevan los camiones, se ubicaban cerca de las máquinas, son más vulnerables ante la posibilidad de sufrir accidentes. Silva señaló que ni la IM, ni ADEOM, ni ellos quieren que ocurra una desgracia.