A raíz de dos intenciones de despidos masivos en empresas del sector lácteo, la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) convocó a un plenario nacional para el sábado 18 en Salto, donde se tratará la situación de la Cooperativa de Lechería de Melo (Coleme) y de Lactalis, la empresa que relanzó la marca Parmalat después de la huida de Ecolat del país en febrero del año pasado.

Por un lado, está la situación de Lactalis -dueña de dos plantas, en Salto y en Cardona-, que anunció al sindicato que cerraría “parcialmente” la primera para trasladar parte de la producción a la segunda. Según dijo a la diaria el coordinador de FTIL, Heber Figuerola, la empresa comunicó la semana pasada que despediría a 40 de sus 80 trabajadores, ante lo cual la federación propuso al director nacional de Trabajo, Juan Castillo, convocar “de forma urgente” una mesa intersectorial con representantes de empresarios y trabajadores, y de los ministerios de Economía y Finanzas; Ganadería, Agricultura y Pesca; Industria, Energía y Minería; y Trabajo y Seguridad Social (MTSS), para analizar el rumbo del sector.

Las noticias comunicadas por Lactalis se sumaron a otras recibidas por medio del Instituto Nacional de Leche (Inale): que Coleme pretendía enviar a 60 de sus 72 trabajadores a seguro de paro a raíz, según Figuerola, de “una mala gestión” y un “importante” endeudamiento con los bancos.

Finalmente, los trabajadores pudieron resistir el empuje. Durante una reunión celebrada ayer en el MTSS, se acordó con Lactalis revertir el proceso de despidos, aunque los afectados irían, por lo pronto, a seguro de paro. También se revirtió el envío a seguro de paro en Coleme y se fijó un ámbito de negociación con esta empresa.

Figuerola dijo que la FTIL estará “en estado de alerta” hasta el plenario, cuando se definirán las acciones a seguir. “Lo que vemos es que algunas empresas nacionales, y fundamentalmente las internacionales, toman como variable de ajuste las fuentes de trabajo. Ya tenemos un antecedente más que grande con Ecolat, que dejó en banda 600 puestos de trabajo”, afirmó.

Según dijo, hay varios componentes de inestabilidad en la producción: la remisión de leche a planta y el precio de leche a productor, que consideró en niveles “insuficientes”. También observó que debería de hacerse un marco normativo que “contemple determinados compromisos con la sociedad en contrapartida a los beneficios recibidos”, todos temas que se discutirán el sábado.