El Titular del ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, inauguró ayer la sexta edición de la Expo Melilla, que podrá visitarse hasta el domingo 23 de este mes. Consultado por la prensa, Aguerre saludó la iniciativa, porque demuestra “resultados de investigación en materia de producción vegetal y forrajera, innovaciones en materia de mecanización, de conservación, de cosecha, de riego de acondicionamiento, de nutrición animal”. El ministro valoró que ese esfuerzo responde al desafío de “encontrar el equilibrio en la transformación de la investigación a la innovación”, que permite generar cadenas productivas. Aguerre destacó que “las cadenas agropecuarias explican 17% de la ocupación de la población económicamente activa, 78% de las exportaciones agropecuarias o agroindustriales” y que otros sectores, como el frutícola, si bien no tienen una exportación fuerte, tienen espacio de crecimiento en el mercado interno, acompañando el objetivo de lograr una alimentación más saludable.
Consultado por la pérdida de fuentes de trabajo, relativizó la pregunta. Dijo que siempre hubo empresas que cerraron y, refiriéndose concretamente a la lechería, comentó que, gracias a los buenos precios internacionales, el sector tuvo un crecimiento de 57% entre 2010 y mediados de 2014, sin haber aumentado la superficie. Señaló que con la caída de los precios internacionales la producción “ha disminuido 5%, 7%, pero eso no es una disminución significativa: la producción está y lo que ha habido es un proceso de ajuste”. El ministro agregó que cuando cierra una industria láctea “la producción va a otra industria que logró, por distintas razones, ser más competitiva, o tener una estrategia de marketing diferente o una escala diferente que le ha permitido sobrevivir. La forma de recuperar los puestos de trabajo es hacer crecer la base productiva”. Aguerre dijo que eso se logra mejorando la inserción internacional, haciendo una intensificación sostenible -apuntó, concretamente, a mejorar los pastizales naturales y aprovechar “nuestra riqueza hídrica, que está prácticamente inexplotada y por eso está en proceso la Ley de Riego-, y adaptarnos a la variabilidad climática -con riego y expansión de los seguros, algo que desde 2010 creció de 13% a 89% en fruticultura.