Según señaló Marta Jara, presidenta de ANCAP, la “única alternativa” para mantener abiertas las tres plantas de producción de cemento que tiene el ente autónomo es una “racionalización de los costos”. Para ello, deberán reducir la tercera parte de la planilla de trabajadores, tanto propios como de firmas contratadas. “Pero eso no va a suceder de un día para el otro, porque, en el caso de los tercerizados, lo que tenemos son contratos de servicios y, a medida que estos caduquen, o no se renuevan o se firman en otras condiciones”, explicó Jara, según cita un comunicado de la página web de Presidencia de la República.
Sobre los funcionarios de las plantas de cemento, Jara señaló que la reducción de personal se logrará sin reponer las vacantes que se producirán gracias a las jubilaciones, a las que gran parte de la plantilla está por acceder. “Igualmente, hay que reorganizar el trabajo, incluyendo automatizaciones, mejorando las condiciones de trabajo, evitando las horas extras y la superposición de labores”.
Jara también dijo que sostiene un diálogo “maduro y positivo” con el sindicato de ANCAP, que ya decidió no detener la producción de cemento, y que llegó a la conclusión, junto con ellos, de que las plantas “se defienden trabajando”, manteniendo la producción para no perder mercado y “para tener una buena base de recuperación de costos”.