“Hace ya varias décadas, en el medio de espantosos ataques, el pueblo inglés acuñó una expresión que hoy en día es sumamente aplicable; en inglés, la expresión es keep calm and carry on”. Así arrancó su intervención el embajador Elbio Rosselli, quien representa a Uruguay en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), durante la sesión que abordó la situación vivida la semana pasada en Siria. “Lo primero es guardar la calma y continuar con nuestro trabajo, porque el conflicto sirio, pese a lo largo y complicado, debe mantenerse en el marco multilateral, y precisamente este consejo tiene una responsabilidad principal”.

El martes, la ciudad siria de Jan Shijun sufrió un bombardeo que dejó un saldo de 86 muertos, y hay fuertes indicios de que se utilizaron armas químicas. La semana pasada Rusia utilizó su poder de veto en el Consejo de Seguridad para bloquear una resolución de este cuerpo que condenaba el ataque y pedía a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas que informara rápidamente sobre los avances de su investigación y exigiera a las autoridades sirias que colaboraran con los expertos internacionales.

Rosselli cuestionó la actitud de Rusia e insistió en llamar “una vez más, al control y al compromiso de los miembros permanentes de este Consejo, a no hacer uso del veto ante situaciones de este tipo”. Según este embajador, “el uso del veto le quita operatividad y eficacia al trabajo del Consejo de Seguridad, y desequilibra aún más el trabajo de este órgano”. La limitación del veto es uno de los objetivos de Uruguay desde que asumió en el órgano.

Pero también Rosselli cuestionó la acción unilateral que tomó el gobierno de Estados Unidos al decidir bombardear Siria durante la medianoche del jueves. El representante uruguayo dijo que el “no uso de la fuerza en las relaciones internacionales es un principio cardinal de la política exterior de Uruguay”, y que el país sólo admite su implementación “en conformidad con los principios del derecho internacional y de las disposiciones de la carta de las Naciones Unidas”. En cambio, “todo otro uso de la fuerza es, para Uruguay, ilegítimo”. Rosselli finalmente recordó que el país ha rechazado “siempre”, a lo largo de la historia, el uso unilateral de la fuerza.

A pesar de estas declaraciones, la cancillería se llevó varias críticas en la interna del oficialismo debido a que no condenó el bombardeo de Estados Unidos a Siria, como sí hizo con el uso de armas químicas el lunes. Un comunicado emitido el viernes por Casa Grande, el sector del Frente Amplio (FA) que lidera la senadora Constanza Moreira, exhorta a la cancillería a pronunciarse “respecto a esta respuesta bélica de Estados Unidos, que contraviene los principios del Derecho Internacional Público y de lo establecido en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas”.

De la misma manera, otros dirigentes oficialistas cuestionaron la falta de expresión de la cancillería sobre el bombardeo de Estados Unidos. El diputado socialista Gonzalo Civila dijo a VTV que lo hecho por Estados Unidos es “absolutamente condenable”, y si bien “Uruguay en el Consejo de Seguridad de la ONU expresó esto de manera clara [...] en la declaración no está contenido de manera específica, y nosotros señalamos allí una discrepancia”.

En cambio, el presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del FA, José Bayardi, entendió que el gobierno ya se pronunció en el ambiente correspondiente, refiriéndose a las declaraciones de Rosselli en el Consejo de Seguridad de la ONU, que, a su juicio, son mucho más relevantes que una declaración de cancillería. En cambio, sostuvo que la fuerza política “podría y debía haberse pronunciado”, dado que su Mesa Política se reunió el viernes. Según dijeron fuentes del Ejecutivo frenteamplista, ningún sector propuso realizar una declaración sobre el tema.

Más allá del debate, la cancillería emitió varios comunicados condenatorios en estos días. La cartera encabezada por Rodolfo Nin Novoa condenó los atentados perpetrados ayer contra dos iglesias cristianas coptas en Egipto, en las ciudades de Tanta y Alejandría, que dejaron más de 40 muertos. El viernes, el Ministerio de Relaciones Exteriores había hecho lo mismo con el atentado perpetrado en Estocolmo, Suecia, donde un camión se introdujo en una peatonal y embistió a varias personas, dejando como saldo cuatro muertos y decenas de heridos.