La intervención que la Intendencia de Canelones (IC) está haciendo en el Concejo Municipal de Migues no parece haber disminuido el funcionamiento caótico de ese organismo. La última sesión del Concejo, el 20 de abril, fue suspendida, luego de agresiones verbales intercambiadas por los integrantes del colegiado.

En un audio de la sesión, al que pudo acceder la diaria, se escucha cómo la alcaldesa, María del Carmen Suárez, y uno de los concejales, Sinforoso Rodríguez (ambos integrantes del Partido Nacional y del sector Todos, liderado por Luis Lacalle Pou) hablan a los gritos. La alcaldesa le pide que se “calle la boca”, mientras que el concejal la acusa de faltarle el respeto, le pide que se “ubique” y le dice “no sea atrevida”. Además, ambos se califican mutuamente de traidores. “¿Un compañero blanco? Es un traidor”, dice Suárez, mientras que Rodríguez contesta, minutos después: “creo en la ley divina de Dios, creo en la Justicia y te voy a ver pedirme perdón algún día”. Finalmente, se escucha cómo el director general de la Secretaría de Desarrollo Local y Participación, Juan Tons, decide levantar la sesión, ante una situación completamente descontrolada.

A raíz de las pésimas relaciones entre los integrantes del Concejo, la IC había decidido en marzo su intervención, lo que implica que Tons “acompaña” las reuniones para garantizar cierto nivel de diálogo y para corroborar que se cumplan todos los aspectos legales.

La mala relación entre Suárez, por un lado, y el resto de los concejales, por otro (dos blancos y dos del Frente Amplio), ha superado las banderas políticas y ha derivado en continuas acusaciones personales. Pero además, los concejales del Municipio han denunciado que la alcaldesa cometió una serie de irregularidades y que Suárez hizo en diciembre del año pasado una sesión junto a concejales suplentes en la que se revió una decisión que ya había sido tomada por el Concejo Municipal respecto de las fiestas de fin de año.

Mañana, Tons se presentará ante una comisión de la Junta Departamental canaria y hará público un informe en el que no sólo se evaluará el funcionamiento del Concejo, sino también las denuncias de irregularidades de los demás concejales. También acudirá Suárez para dar su versión sobre los hechos.

Si bien el PN ha guardado silencio hasta el momento, un dirigente departamental explicó que hasta el propio Lacalle Pou está enterado de la situación, y que se espera el informe de Tons para tomar cartas en el asunto. “Si hay irregularidades, se tomarán medidas”, aseguró.