Era el tema que, según las encuestas de opinión pública, preocupa más a la población después de la seguridad pública. Un tema hiperdiagnosticado y rotulado bajo el concepto de “crisis”. El tema en el que más se señalan carencias en la gestión del gobierno. Sobre ese tema, la educación, el senador del Partido Independiente (PI), Pablo Mieres, interpeló ayer en el Parlamento a la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz.

Mieres centró su discurso en fundamentar que el presupuesto invertido en educación no logró los resultados esperados, y que en términos comparativos, Uruguay ha evolucionado en forma más negativa que sus pares de la región. El incremento presupuestal, evaluó, no disminuye, sino que aumenta la responsabilidad de los gobiernos de los últimos años en esta situación, a la que calificó de “vergüenza”. “Hablo de fracaso, de incapacidad, de decisiones educativas equivocadas. Un verdadero desastre”, apuntó.

A su turno, Muñoz sostuvo que el gobierno es consciente de que la educación tiene “desafíos” vinculados a la deserción y a los malos resultados en algunos casos. “Conocemos la realidad y los diagnósticos, porque esos diagnósticos surgen de los propios institutos de evaluación que este gobierno ha creado y desarrollado, y que hemos querido que sean institutos independientes, con estadísticas que el gobierno pone a disposición de todos”, indicó.

Agregó que “a diario” se escucha “a miembros de la oposición y técnicos repetir los problemas de nuestra educación como si los ocultáramos, como si no nos preocuparan”. “Los conocemos, señores, pero los problemas no se enfrentan lamentándose ni repartiendo culpas, se enfrentan haciendo”, remarcó Muñoz. Comentó que es “muy desmoralizante oír la crítica de la educación desde los sillones de algunos”, y afirmó que elaborar planes “en un cónclave pequeño de académicos, y luego dar a los docentes soluciones mágicas a todos los problemas”, es un camino que “ya fracasó”, porque “no hay magos” ni “elegidos”. “La participación de la sociedad y de los docentes en la definición de las pautas principales del proceso educativo ha sido un elemento distintivo de la construcción de nuestra fuerza política”, dijo Muñoz.

Inclusión y calidad

Mieres cuestionó en primera instancia el argumento del oficialismo de que se ha mejorado la inclusión en el sistema educativo. “La hipótesis del deterioro de la calidad por aumento de la cobertura es falsa”, sentenció. Presentó datos que muestran que entre 2004 y 2014 la matrícula en educación inicial aumentó en aproximadamente 40.000 alumnos, en educación media técnica creció en 16.000 estudiantes, y en el ciclo básico se incrementó en cerca de 5.000 alumnos, pero en primaria bajó en 50.000 alumnos y en la enseñanza superior disminuyó en 12.000. En total, la matrícula se incrementó levemente, en aproximadamente 2.000 estudiantes. No obstante, Mieres apuntó que si se toma sólo la matrícula de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), hubo en la enseñanza pública una reducción de 50.000 estudiantes. “Es una auténtica falacia colocar en la matrícula la responsabilidad de los problemas”, insistió. Dijo que la que sí se incrementó fue la matrícula de la enseñanza privada, y que esto refuerza “la tendencia a la privatización del sistema educativo”.

Muñoz manejó cifras algo distintas; por ejemplo, sostuvo que en los últimos diez años creció 14% la matrícula de la educación media superior. La directora nacional de Educación, Rosita Ángelo, señaló que la reducción del número de nacimientos en Uruguay explica en parte el hecho de que la matrícula en primaria se haya “mantenido constante”, cuando al mismo tiempo se incorporaron “nuevas poblaciones”, como la migrante, que es cada vez mayor.

En materia de calidad, el senador del PI mencionó los resultados de las pruebas PISA y remarcó que persiste entre 30% y 40% de los estudiantes que no alcanzan los niveles de suficiencia básica en matemáticas, lectura y ciencias. En cuanto a asistencia, indicó que en bachillerato la tasa de asistencia neta pasó de 50% en 2005 a 45% en 2015; y en educación primaria, la tasa de asistencia insuficiente pasó de 5,6% en 2006 a 8,7% en 2015. Mencionó que además hay 10 puntos de diferencia en este indicador entre los alumnos de contextos sociales desfavorecidos y el resto.

En cuanto a la situación de la educación media, sostuvo que la cobertura es “totalmente insatisfactoria y casi no existen avances”; señaló que tres de cada diez adolescentes de 16 años no asisten a un centro educativo. Mencionó que Uruguay tiene tasas de egreso de la educación media similares a las de Honduras y El Salvador. Aseguró que la meta de universalización de la enseñanza media, si se siguen las tendencias actuales, recién se cumplirá en 2030, y que la actual currícula de ese nivel educativo es “superficial y asignaturista”.

Muñoz aseguró que la universalización de la enseñanza media “se va a cumplir”. Enfatizó que la inclusión y la equidad “son parámetros esenciales para medir la calidad”, y que “para ser de calidad, la educación debe incluir a todos, pero además debe ser equitativa”. Dijo que se ha incluido en el sistema educativo a “estudiantes con muchísimas dificultades, y eso hace que los promedios (de las pruebas PISA, por ejemplo) bajen”. “Nuestro compromiso no es con la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, responsable de las PISA], es con las familias y jóvenes de nuestro país, y no queremos dejar a nadie afuera”, insistió.

A su turno, la subsecretaria de Educación, Edith Moraes, detalló los planes y acciones en materia educativa que lleva adelante el ministerio, y afirmó que “no es cierto que no se haya hecho nada” en términos de pedagogía y contenidos. Mencionó, por ejemplo, la Red Global de Aprendizajes, instalada en 2011, que abarca a 15% de los centros de ANEP y que busca intercambiar pedagogías y prácticas, y al programa Aulas Comunitarias.

Muñoz recordó que este año tendrá lugar el Congreso de la Educación, que brindará insumos para un plan, y aseguró que este año se aprobará el marco curricular de referencia nacional, que está en el programa del Frente Amplio (FA).

Por izquierda

El senador del PI hizo hincapié en la desigualdad del sistema y aseguró que lo hacía “desde una perspectiva de izquierda”. Advirtió que el sistema de elección de horas actual genera una “mala distribución de recursos humanos y potencia la desigualdad”, porque determina que los docentes más antiguos elijan los centros de contextos sociales favorecidos, mientras que los recién llegados toman las horas de los centros de contexto crítico. Además, advirtió que la mayor rotación de docentes se produce en los contextos más vulnerables. Señaló que existe inequidad también en términos de cobertura, ya que en enseñanza media la cobertura es de 70% en los hogares más pobres y de 95% en los hogares más ricos.

Muñoz recogió el guante y comentó que lo afirmado por Mieres es digno de “una publicación humorística, por su falsedad evidente”. Señaló que es cierto que los docentes más antiguos tienen derecho a elegir los centros “donde se sienten más cómodos”, pero agregó que “nadie ha demostrado” que estos docentes tengan “más ganas o más conocimiento” que los jóvenes que recién ingresan. Al contrario, indicó que estos últimos son muchas veces los de “más alto rendimiento”. Admitió que el gobierno no ha logrado resolver las inequidades en la educación, pero consideró que “no es honesto sostener que no vamos en esa dirección”.

A ti, Wilson

Mieres ha señalado recientemente que considera que las autoridades del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP deberían renunciar. Ayer también cuestionó su desempeño. Afirmó que el Codicen “ha desarrollado una burocracia que no tiene incidencia en las aulas” -mencionó un crecimiento de 53.000 a 84.000 vínculos funcionales en ANEP en los últimos diez años-. Dijo que el Codicen carece de una “hoja de ruta clara” y de “una propuesta potente, profunda y sustentable”. Cuestionó también el ausentismo docente, la falta de vínculos de las instituciones educativas con las familias, y la falta de autonomía. En opinión de Mieres, la estrategia de regionalización impulsada por el Codicen “aumentó la burocracia y el clientelismo”. El senador criticó la “lógica feudal” con la que, según entiende, se maneja el Codicen, y preguntó por qué se abandonó “el único programa que promovía mejoras educativas”, en referencia a Promejora.

El presidente del Codicen, Wilson Netto, respondió con una enumeración de casi dos horas de los edificios construidos por ANEP, la evolución de la matrícula, la cobertura y la tasa de asistencia. Destacó el “profesionalismo” docente y la expansión presupuestal. Sostuvo también que la burocracia a la que había hecho referencia el senador interpelante es la que permitió la expansión de la cobertura, y remarcó que “descalificar la regionalización es descalificar la descentralización, que es un proyecto macro a nivel nacional”, y es también “descalificar a las personas que lo habitan [el territorio nacional en su totalidad]”.

Más tarde, Mieres volvió a insistir con la remoción de los miembros del Codicen, pero aclaró: “No estamos pidiendo que se incorpore gente de otros partidos -no los nombro por no quemarlos, porque los marcan después-, pero el FA tiene entre sus filas gente que puede comprometerse con estas cosas”.

Al final, la moción presentada por el oficialismo resultó la más votada (16 en 30) y respaldó la gestión de Muñoz, su equipo y “lo actuado” por la ANEP, expresó “su conformidad con las explicaciones” vertidas en sala, reiteró el apoyo “al proceso de transformaciones educativas” que lleva adelante el gobierno, e hizo “votos” para que “el tema de la educación deje de ser motivo de utilización de política partidaria, de estigmatización de todos los actores involucrados, fundamentalmente de niños, niñas, adolescente y docentes, y se convierta en una verdadera causa nacional”. Como se votaron contrapuestas, la otra moción, presentada por toda la oposición, que consideraba “insatisfactorias” las explicaciones de Muñoz, reclamaba la puesta en práctica de los acuerdos multipartidarios en materia educativa para revertir “el fracaso” de la educación, sólo se leyó.

Para arriba

Entre los puntos positivos, Mieres destacó el aumento de la cobertura de educación inicial, así como el buen desempeño de algunos centros. Para Muñoz, los puntos en el haber son bastante más numerosos: la educación inicial, que “ha logrado avances importantísimos que nos vuelven un marco de referencia en toda América Latina”; la “expansión notable” de la enseñanza técnica; el crecimiento de la matrícula; el desarrollo de la formación en educación, que tuvo un incremento de 87,8% en 2015 respecto del año 2000; el aumento de la matrícula universitaria, de 40.000 a casi 180.000 en 30 años; la extensión de la enseñanza universitaria al interior; la creación de la Universidad Tecnológica, entre otros.