Uruguay firmó el jueves, junto con varios países de la región, un comunicado en el que se condena enérgicamente “la violencia que ha sido desencadenada en Venezuela” y se urge al gobierno de Nicolás Maduro a que “fije las fechas para el cumplimiento del cronograma electoral, libere los presos políticos y garantice la separación de poderes constitucionales”. El comunicado, que suscriben Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, también insta a todas las partes a “reducir la polarización y crear las condiciones necesarias para enfrentar los desafíos del país”.

También el jueves, en el programa En la mira, de VTV, el presidente Tabaré Vázquez dijo que la situación en Venezuela es “un drama” y que siente “una gran pena y un gran dolor por las muertes que están ocurriendo” en ese país. Aun así, recalcó que “los problemas que tienen los venezolanos” se deben resolver sin injerencias “desde fuera”. El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, también calificó la situación venezolana como “un drama” y dijo que Uruguay está “tratando de colaborar para que deje de serlo”.

Además, tanto Vázquez como Nin Novoa señalaron que Uruguay no está manteniendo conversaciones con el gobierno venezolano. El presidente dijo que no habla con Maduro porque Nin Novoa citó al embajador venezolano en Uruguay, Julio Chirino, y este no se presentó. Además, reiteró que Uruguay no está actuando en connivencia con Estados Unidos y le pidió a Maduro que se rectifique.

Tras estas declaraciones de las autoridades, Chirino concurrió ayer a la cancillería uruguaya y se reunió durante unos cinco minutos con Nin Novoa para transmitir el beneplácito del gobierno venezolano con el embajador que Uruguay designó para Caracas, Alberto Fajardo, según confirmó la diaria con una fuente de la embajada venezolana.

La actuación de la cancillería uruguaya no fue criticada sólo por Maduro: el jueves la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) emitió un comunicado rechazándola. En el documento también se declara personas no gratas a Almagro y a su “asesor directo”, el ex prosecretario de Presidencia Diego Cánepa. Sin embargo, la FEUU emitió ayer un nuevo comunicado pidiendo disculpas a Cánepa, ya que el ex prosecretario se desvinculó de la gestión de Almagro a comienzos del año pasado.

También hubo un pronunciamiento por la situación en Venezuela desde las filas del Partido Nacional. Desde Miami, la senadora Verónica Alonso propuso que la oposición busque, con la colaboración del ex presidente José Mujica, una “salida negociada” que incluya brindarle “un salvoconducto” a Maduro.

Mientras tanto, en Venezuela la situación es cada vez más compleja y violenta. En la noche del jueves se produjeron disturbios en al menos dos zonas de Caracas y murieron varias personas. La Fiscalía venezolana informó que 11 personas fallecieron electrocutadas o baleadas en el oeste de Caracas cuando intentaban saquear una panadería. También designó a un fiscal para que investigue la muerte de Melvin Guaitan, quien murió en el este de Caracas mientras se realizaba una protesta opositora, aunque se desconoce si estaba participando en ella. Además, el gobierno acusó a manifestantes opositores de haber atacado un hospital.

La oposición denunció que las fuerzas de seguridad venezolanas y grupos paramilitares promovidos por el gobierno fueron los responsables de los hechos violentos de la madrugada y convocó a nuevas movilizaciones para ayer, hoy y mañana. Por su parte, el vicepresidente, Tareck el Aissami, aseguró en una entrevista con el canal venezolano VTV que “la derecha, llena de odio, está originando una espiral terrorista” y “utiliza las bandas criminales para atacar al pueblo humilde”.