“Estábamos debatiendo sobre la ampliación del presupuesto de la Junta y yo dije que era mentira determinada situación, que no iban a cumplir con lo que se prometía, y ahí se armó el revuelo. Me levantó la voz y me dijo algunas cosas que yo no estoy dispuesto a tolerar. A mí no me gritaba ni mi padre, y no le voy a permitir a un atrevido que me grite y me falte el respeto. Nos enfrentamos, sí”, declaró a El Telégrafo el edil sanducero del Partido Nacional (PN) Marcelo Tortorella.

El lunes de noche el edil del Frente Amplio (FA) Jorge Dighiero recibió un golpe en la nuca propinado por Tortorella mientras debatían en una comisión de la Junta Departamental de Paysandú. Fue “una agresión totalmente inexplicable”, dijo el edil del FA al diario sanducero. Dighiero radicó una denuncia en la Seccional 1ª de Policía de ese departamento.

Más tarde, la Mesa Departamental del FA de Paysandú emitió una declaración pública en la que denuncia que el edil del PN “agredió físicamente (sin encontrar reacción)” al “compañero Jorge Dighiero, así como también fue violento con otros ediles hasta de su propia bancada”. “Respaldamos las denuncias realizadas donde corresponde. Rechazamos este accionar que lo único que hace es desprestigiar nuestra Junta Departamental y no aporta a nuestro sistema democrático”, concluye el texto.

Por su parte, el intendente frenteamplista Guillermo Caraballo escribió en Facebook: “Es cada vez más claro que en Paysandú conviven dos maneras antagónicas de vivir y pensar la política. Una antigua, arcaica, caudillista, que se hace a los empujones y sopapos, que cuando algo no gusta, arrancan los juegos de la gente o sopapean a quienes piensan diferente. Y la otra manera, moderna, que respeta las leyes y a las personas, que busca recuperar protagonismo para nuestro Departamento, que dialoga con la sociedad y sabe escuchar. La forma primitiva está perdiendo apoyos, está cada vez más arrinconada. Los sanduceros estamos hartos de los prepotentes. Ellos saben que están cada vez más solos y eso los deja nerviosos. Nuestra solidaridad con el compañero Jorge Dighiero, quien en cumplimiento de su rol de legislador departamental, sufriera una inaceptable agresión física y nuestra más radical condena a esa manera autoritaria de proceder ante las opiniones diferentes. Forma de la que sentimos vergüenza ajena”.

Al decir “arrancan los juegos”, Caraballo hacía referencia a lo que hizo el alcalde de Pueblo Porvenir, el nacionalista Ramiro Ayende, que el jueves 23 de marzo ordenó quitar los aparatos de gimnasia colocados por la Intendencia el día anterior en una plaza de la localidad, con el argumento de que ese no era el lugar que habían elegido los vecinos como destino de los juegos en el Presupuesto Participativo. Según Ayende, los aparatos debían haber sido colocados en la avenida principal del pueblo.