El fiscal letrado departamental de Maldonado de 3º Turno, Rodrigo Morosoli, apeló ayer el auto de procesamiento del juez Marcelo Souto en el caso que investiga la operativa del Cambio Nelson y por el cual se procesó con prisión a Francisco Sanabria, dueño de la empresa, a Nelson Calvete, gerente general, y a la contadora Soledad Ubilla; otra contadora del cambio, Beatriz Silva, fue procesada sin prisión. La apelación apunta al contador externo del Cambio Nelson y ex presidente del Banco Central del Uruguay (BCU, entre 1995 y 2000), Humberto Capote. El fiscal había pedido el procesamiento con prisión del contador, por coautoría de un delito continuado de apropiación indebida, pero el juez determinó que Capote quedara en libertad, aunque emplazado y con cierre de fronteras, a la espera de una pericia contable que requería más de 48 horas.

Para el fiscal queda suficientemente probado, tras las declaraciones de los implicados, que la relación de Capote con los directores del Cambio Nelson “era mucho más estrecha e intensa de lo que señaló el indagado en su declaración, llegando a ser [...] una referencia contable en la operativa de la empresa, y poseyendo acceso irrestricto a toda la documentación de su operativa comercial”, dice la apelación. También surge de las declaraciones que Capote estaba al tanto del depósito de dineros de terceras personas y, según informó el BCU al juzgado, “ocultó la existencia de las ‘cuentas corrientes’ de terceros, ubicándolas en el rubro disponibilidades”, lo que no corresponde según las normas del BCU. “Así, el cambio pudo continuar con esa operativa irregular sin sufrir los controles estatales. Y por ende, con ese concurso consciente y deliberado de Capote, Sanabria pudo desviar los dineros confiados por terceros, para destinarlos a otras actividades empresariales, en su provecho”, concluye el fiscal. Además, Morosoli entiende que la pericia contable ordenada por Souto “no aportará ningún elemento novedoso” en esta etapa, aunque sí sería necesaria en caso de que se le inicie un proceso a Capote.