El viernes 7 de abril la diaria publicó una nota sobre una de las familias sirias que acampan en la plaza Independencia: la integrada por una madre, Karima al Mohammed, y sus cinco cinco hijos. Decía la nota que la hija mayor, Haisha, es paciente oncológica y recibe atención en el Pereira Rossell, a cargo del equipo de la Fundación Pérez Scremini, dirigida por el doctor Luis Alberto Ney Castillo. Karima había dicho que su hija está “una semana bien y dos mal” y que el tratamiento que recibe no es el más adecuado.

La Fundación Pérez Scremini, por medio de una carta que hizo llegar a esta redacción, asegura que Haisha “está recibiendo un tratamiento gratuito y de última generación”.

El texto, firmado por el equipo médico de la fundación, señala que “la enfermedad está actualmente en remisión completa, a pesar de las dificultades e incumplimientos. Se han implementado medidas muy especiales para poder satisfacer las demandas y desafíos médicos y psico-sociales complejos que la paciente y su familia demandan”.

La Secretaría de Derechos Humanos (SDH) de Presidencia, encargada del programa de reasentamiento de familias sirias en Uruguay, suspendió ayer una conferencia en la que iba a explicar la situación de los refugiados que piden irse del país.

Según la SDH, los sirios solicitaron al secretario de Derechos Humanos, Nelson Villarreal, una audiencia con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que tendría lugar en los próximos días, y por ese motivo la SDH postergó la conferencia. Karima al Mohammed y sus hijos son los únicos que continuarán recibiendo, durante su tercer año en Uruguay, apoyo económico sin reducciones. Al resto de las familias se les está retirando la ayuda económica y social en forma paulatina.