El presidente del Directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Heber, participó el sábado en el homenaje a Luis Alberto de Herrera en el Cementerio Central, con motivo de cumplirse un nuevo aniversario del fallecimiento (1959) del caudillo blanco. Al finalizar el acto, Heber dijo en rueda de prensa que el gobierno uruguayo “tiene que retirar a su embajador” en Venezuela. “El gobierno está ofendido porque [el presidente venezolano, Nicolás Maduro] insultó a nuestro canciller [Rodolfo Nin Novoa]. A mí también me ofende, naturalmente, pero me hubiera gustado que el gobierno levantara su voz en contra de los hechos de violencia, de los presos políticos y del avasallamiento a las instituciones, antes que reaccionar por un insulto. Esa es una perla más de lo que es la actitud que tiene el gobierno de Venezuela con su gente, con su país y sobre todo con el mundo. Yo creo que el gobierno tiene que tomar medidas, como retirar su embajada; yo creo que el gobierno tiene que tomar medidas que de alguna manera preserven nuestro cuestionamiento al proceso de Venezuela, no solamente al insulto a Nin”, opinó el senador blanco.

Vale recordar que Maduro fustigó a Nin Novoa, a quien acusó de agredir a Venezuela, de coordinar con el Departamento de Estado de Estados Unidos “las posiciones contra Venezuela” y de guardar “silencio [acerca] de las masacres en otros países”. Estas declaraciones provocaron un rechazo “tajante” del presidente Tabaré Vázquez, que en un comunicado exigió a Maduro que “proporcione las pruebas de la infundada denuncia” o, de lo contrario, “se retracte públicamente, en virtud de que expresiones como las manejadas afectan gravemente el relacionamiento tradicionalmente amistoso entre los dos países”. Esta respuesta de Vázquez fue respaldada tanto por el Frente Amplio (FA) como por la mayoría de los líderes de la oposición.

La semana pasada, Nin Novoa recordó que Uruguay hace más de un año que no tiene embajador en Venezuela. El ex embajador Óscar Ramos, un empresario vinculado al FA, dejó el cargo en febrero de 2016. Para sustituirlo Nin Novoa designó a Carlos Barros, un funcionario de carrera del cuerpo diplomático y simpatizante del Partido Colorado. Sin embargo, el pedido de autorización para el nuevo embajador fue enviado hace meses, pero Caracas no le ha dado el visto bueno, por lo que Barros no ha podido acreditarse en el cargo. La embajada está a cargo del encargado de negocios, Luis Enrique Pérez Barthaburú.

En el acto en el Cementerio Central hablaron el joven Bruno Astengo y el ex diputado Arturo Heber Füllgraff. Astengo destacó “el sentimiento de patria” que tenía Herrera, e hizo referencia a los dichos del ex presidente José Mujica y a la situación de Venezuela. “Me imagino contándole a Herrera que cambiamos soberanía y patria por unas naranjas. Es algo que yo no podría imaginarme diciéndoselo. Es algo inaudito para él. Él [Herrera] era antiimperialista, tenía un sentimiento republicano, no injerencista. Es inaudito cómo nuestras autoridades, ante un golpe de Estado proclamado hace poco en un país al que llamamos hermano, nuestras autoridades no hayan salido a aclararlo. Eso Herrera jamás lo habría permitido”, dijo Astengo.

Por su parte, Heber Füllgraff dijo en un pasaje de su oratoria: “Herrera nos dejó en 1959 y dejó al partido en el poder, en el gobierno, como él quería. Y seguimos, siguió el herrerismo. La vida política es muy dinámica, muy variable. Nadie tiene un heredero designado y, naturalmente, las corrientes herreristas se van diseminando dentro del Partido Nacional, pero el pensamiento, el accionar, la forma de ser del herrerismo está vigente, y eso lo tienen que saber aquellos que conocen a Herrera leyendo los libros. Lo tienen que conocer, porque es el guía, es la brújula de acción y de caminar dentro de un partido político”.