El principal punto de desacuerdo entre los ministerios de Defensa Nacional (MDN) y de Economía y Finanzas radica en cómo empezar a aplicar la reforma de la Caja Militar.

Los dos extremos: que abarque solamente a los nuevos efectivos que ingresan a las Fuerzas Armadas desde la entrada en vigencia de la ley, o a todos los efectivos que pretendan jubilarse desde ese mismo momento. Una posición intermedia sería la de establecer una fecha retroactiva; por ejemplo, que afecte a quienes ingresaron al servicio hace cinco, diez, 15 años o una fecha determinada (una solución similar a la que se aplicó con la reforma jubilatoria de 1996).

Carlos Carapa Rodríguez es diputado del Movimiento de Participación Popular (MPP) por Florida, integrante de la Comisión de Defensa y ha participado en las negociaciones por la reforma de la Caja Militar en la interna del Frente Amplio. “El MPP está de acuerdo en que se reforme cuanto antes la Caja Militar. Eso es lo primero, porque se ha dicho lo contrario y eso no es cierto. Éramos partidarios, sí, de aplicarlo para los nuevos efectivos, pero estamos dispuestos a negociar algo intermedio. Todo dependerá de lo que termine mandando el presidente al Parlamento”, aclaró.

Rodríguez subraya, no obstante, que para modificar la relación actual de un cotizante por cada dos retirados es necesario aumentar la cantidad de aportes o estirar el plazo de permanencia en las Fuerzas Armadas. “El déficit de la Caja Policial se pudo bajar porque aumentó la cantidad de policías y aumentaron los salarios”, graficó.

El diputado explicó por qué el MPP no está de acuerdo con la postura de aplicar la ley a todos los nuevos jubilados. “De esa forma abrimos la puerta a la presentación de una cantidad de recursos de inconstitucionalidad. No es por un tema político; el temor, en ese caso, es que la reforma termine sin efectivizarse. Si al que se va a jubilar, que generó determinados derechos, le cambio las reglas de juego, es probable que eso pueda generar algún reclamo”.

Por su parte, la senadora Constanza Moreira, una de las principales impulsoras de la reforma a nivel parlamentario, es crítica con las posturas que ha esbozado el MDN. “Toda reforma tiene un régimen de transición. Pero plantear que sea sólo para los nuevos efectivos es un disparate. La reforma de 1996 nos agarró a todos los trabajadores activos en servicio. Avanzar en ese sentido sería una burla a la inteligencia colectiva de este país, y condenaría al Estado a mantener el déficit de la Caja Militar durante otros 40 años”, dijo.