Puede medir 25 metros de largo y pesar más de 100 toneladas. Balaenoptera musculus le llaman los que saben, pero los civiles le dicen ballena azul. El “juego” que lleva su nombre es mucho más pesado. A fines de febrero, el diario The Siberian Times informó que dos adolescentes rusas se suicidaron tirándose desde el piso 14 de un edificio por el juego que ahora se hizo famoso en casi todo el mundo. El germen de esta actividad se inoculó en Vkontakte, una red social rusa similar a Facebook, y consiste básicamente en una serie de “pruebas” o “desafíos” autoflagelantes que el administrador o “curador” de un grupo les plantea a los “jugadores”.
Cortarse con un cuchillo en la mano y luego mandarle la foto al administrador es una de las 50 pruebas. Hay que hacer una por día. Levantarse a las 4.20 y mirar videos de terror y psicodélicos que el administrador envía. Cortarse con un cuchillo otra parte del cuerpo, levantarse otra vez y ver videos, también de terror, por 24 horas. En uno de los pasos hay que “dibujar” una ballena cortándose la piel. Las demás pruebas siguen o aumentan el grado aberrante. La final es el suicidio. Al menos 130 jóvenes se habrían quitado la vida en Rusia por tal motivo desde 2015. Por desgracia, esta práctica llegó a Uruguay.
Una fuente del Ministerio de Salud (MS) dijo a la diaria que hay seis casos confirmados de personas que ingresaron a centros asistenciales por el juego de la ballena azul. Todos son menores, de entre diez y 15 años, que fueron atendidos por intento de suicidio, y, en el marco del protocolo de Salud Mental a cargo de psiquiatras, declararon que habían estado jugando al infame juego. Ninguno tuvo desenlace fatal. Se registraron dos casos en Rivera, los otros en Montevideo, Colonia, Canelones y Salto. Algunos de los pacientes víctimas del juego ya se fueron a su casa y otros siguen internados -en Rivera acababa de ingresar uno ayer de tarde-.
El miércoles la Administración de los Servicios de Salud del Estado publicó en su página web “Recomendaciones para pacientes y familiares en situación de riesgo suicida”, dados los sucesos “de público conocimiento, referidos al juego de la ballena azul”, y recordó la vigencia del Protocolo de Prevención del Intento de Autoeliminación en Adolescentes, que consta de 22 páginas. De todos modos, en un resumen recomiendan, entre otras cosas, “tomar las señales de alerta en serio”, “si usted está claramente preocupado, no deje sola a esa persona”, “es difícil y emocionalmente agotador apoyar a alguien que piensa en suicidarse, no lo haga usted solo”, “los pensamientos de suicidio no desaparecen fácilmente. Manténgase atento a la evolución de la persona”. Hoy, el MS va a dar a conocer la actualización del protocolo. Además, los directores departamentales están haciendo un seguimiento de los casos que ingresaron al sistema de salud, dijo a la diaria la fuente del ministerio.
A su vez, desde el Ministerio del Interior se informó que se comunicaron con Facebook en Estados Unidos y, luego de constatados los motivos, la red, por sus propias “políticas de seguridad”, cerró las cuentas implicadas en el juego. La Policía le solicitó a Facebook que envíe información sobre las cuentas implicadas, pero el trámite demora cerca de 15 días.
Por su parte, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo ayer en rueda de prensa, en el marco de la actividad “Gol al futuro”, que la ballena azul “no es el juego de los que participan en superar etapas, sino de los que manipulan a los adolescentes que pasan por esas etapas, y el verdadero triunfo del curador es si el adolescente se suicida. Esto es lamentable, indica a dónde se ha llegado”.
En medio de la maraña de información y desinformación sobre el asunto, por WhatsApp y redes sociales han estado circulando los clásicos mensajes en cadena que advierten, entre otras cosas, que si se recibe una solicitud de amistad a nombre de equis persona, no se debe aceptar porque “es un administrador de la ballena azul”.