Los principales representantes del movimiento sindical y de las cámaras empresariales se reunieron ayer con el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, para intentar buscar un acuerdo para modificar la Ley de Negociación Colectiva y dejar sin efecto la queja que la Cámara de Industrias del Uruguay y la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS) iniciaron ante la Organización Internacional de Trabajo (OIT) en 2009, ampliaron en 2011 y piensan reactivar este año.

El secretario general del PIT- CNT, Marcelo Abdala, dijo que la posibilidad de un acuerdo “está muy lejos”, más allá de que aseguró que la central sindical hizo lo posible para que Uruguay no quede en una lista de países “que asesinan a dirigentes sindicales”.

El PIT-CNT no está dispuesto a ceder en la obligatoriedad de la validación tripartita de los Consejos de Salarios, mientras que las cámaras empresariales buscan que estos puedan llevarse a cabo íntegramente de forma bipartita. Sobre este punto, la OIT opinó en 2010 que “la determinación del nivel de negociación (colectiva bipartita) debería depender de la voluntad de las partes”, por lo que le recomendó al gobierno “que tome las medidas necesarias, incluida la modificación de la legislación vigente, para que el nivel de negociación colectiva sea establecido por las partes y no sea objeto de votación en una entidad tripartita”. Sin embargo, según aseguró Abdala, actualmente las partes ya pueden acordar de forma bipartita, sin el aval del gobierno. “No está prohibido, pero la inmensa mayoría de los grupos intentan negociar en forma tripartita”, explicó. Para el dirigente, en cambio, en la interna de las cámaras empresariales han triunfado las posturas “más extremas”, que, aseguró, apuntan a “volver a los 90”.

La principal línea de acuerdo que tanto el PIT-CNT como el gobierno apuntaban a tender con el sector empresarial se basa en un protocolo de prevención de conflictos que apunta al establecimiento de una serie de negociaciones previas antes de que alguna de las partes tome medidas. El martes, Murro destacó que se trató de la tercera propuesta que hace su cartera, que implicaría “un avance muy importante” y que el ex ministro de Trabajo y Seguridad Social durante el gobierno de Jorge Batlle, Santiago Pérez del Castillo, expresó su apoyo a la iniciativa. “Lo que queremos es tener en Uruguay un protocolo de prevención de conflictos que nos dé seguridades a todos, y que no tengamos algunas cosas que han pasado, como por ejemplo, que a veces se nos ha trancado el puerto, que impide las exportaciones del país, por una medida empresarial, o que aparece una primera medida sindical como el piquete, sin el suficiente trabajo previo. Lo que queremos es un proceso en el que todas las partes tengan las garantías de que se han agotado los mecanismos de diálogo y negociación antes de llegar a medidas extremas”, dijo el jerarca.

Según Abdala, no existió eco de los empresarios en la exploración de esta vía de acuerdo, en la medida en que no aceptaron que el mecanismo fuera “equitativo” para ambas partes. “Para nosotros, la posibilidad de conversar antes de tener un conflicto es una cosa de sentido común. Pero para los empresarios no fue admisible que esto fuera equitativo”, dijo. Según explicó, el planteo de que este protocolo se aplicara previamente ante medidas empresariales como despidos masivos no fue aceptado por las cámaras. “Ellos quieren su derecho a despedir libremente”, aseguró.

Otro punto que el PIT-CNT no está dispuesto a abordar es el de las ocupaciones, que para las cámaras no son una extensión del derecho a huelga. La opinión de la OIT difiere de esta postura, pero estima que el ejercicio del derecho de huelga y la ocupación del lugar de trabajo deben respetar la libertad de trabajo de los no huelguistas, así como el derecho de la dirección de la empresa de penetrar en las instalaciones de los establecimientos laborales. Según Abdala, si a las cámaras les molestan las ocupaciones, “en vez de hablar del síntoma, deberían hablar de su causa, es decir, de cómo a veces se toman decisiones unilaterales que originan conflictos”. Para solucionar eso, volvió a enfatizar en la importancia de aprobar el protocolo de prevención de conflictos.

El martes, el presidente de la CNCS, Carlos Perera, dijo a la diaria que las propuestas que hizo el gobierno se enfocaban en cosas que “no estaban en la queja de la OIT”, y le reclamó al Poder Ejecutivo “contestar y arreglar lo que la OIT les pide”.

La semana que viene posiblemente haya una nueva reunión, pero no parece haber grandes expectativas. Según Abdala, esta reunión podría ser la última antes de la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra.

A Ginebra

El presidente Tabaré Vázquez encabezará la apertura de la 106ª Conferencia Internacional del Trabajo, que se realizará el 5 de junio en Ginebra, Suiza. Según el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, se trata de un reconocimiento a los avances en materia laboral logrados por Uruguay en los últimos años. Según el portal de Presidencia de la República, es la primera vez que un mandatario pronunciará un discurso en este ámbito.