Airbnb y Uber copan los titulares a favor y en contra de la economía colaborativa, pero estas empresas son sólo la punta del iceberg de este nuevo modelo productivo. Es importante reconocer la gran diversidad de negocios colaborativos existentes y poderlos ubicar en algún punto del espectro que hay entre las plataformas conocidas como “Estrella de la Muerte” y las plataformas cooperativistas. Pero, ¿cómo podemos mantener una discusión razonable si hay tanta incertidumbre sobre qué es economía colaborativa, y cuándo es algo a estimular o desalentar? ¿Qué constituye entonces una startup de economía colaborativa?

Para arrojar luz en esta ambigüedad, hemos trabajado para identificar los elementos característicos de las startups de economía colaborativa y hemos sido capaces de identificar un buen número de dimensiones clave que son frecuentemente consideradas aspectos centrales de este tipo de emprendimientos.

Uno de los resultados de este proyecto ha sido una herramienta práctica que llamamos Sharing Business Model Compass. Una brújula (compass) es al mismo tiempo un instrumento de navegación y una forma de definir el alcance de algo. No buscamos proveer un norte magnético absoluto para el mundo colaborativo, pero sí ofrecer una forma de dar sentido al espectro de la economía colaborativa y organizar qué hay en ella de una forma más coherente y sistemática. No es una herramienta de clasificación sencilla, sino un modelo dinámico para mapear los esfuerzos de las empresas que aspiran a entrar en este espacio.

El modelo contiene seis dimensiones distintas que son únicas para los modelos de negocio de economía colaborativa: Tecnología, Transacción, Enfoque de Negocio, Recursos Compartidos, Modelo de Gobernanza y Tipo de Plataforma. Cada dimensión tiene tres grados, representando una forma continua desde, por ejemplo, los modelos de gobierno con propiedad y control concentrados, hasta una propiedad y control completamente distribuidos.

Cuatro de las dimensiones van desde las más comúnmente encontradas en las startups de economía colaborativa basadas en mercado (esto es, plataformas capitalistas o “Estrella de la Muerte”) a modelos cooperativos más apoyados en la idea del bien común. Las restantes dos dimensiones (Tecnología y Recursos Compartidos) no son un continuo en la misma forma, sino que los modelos de negocio de mercado o del bien común pueden utilizar cualquiera de las tres opciones ofrecidas.

¿Cómo usar este modelo?

Una forma de utilizarlo es aprovecharlo como manera de explicar los pros, los contras y las implicaciones de las startups colaborativas existentes. Esto puede ser un ejercicio propio de clases universitarias. Del mismo modo, los medios y el gobierno local podrían utilizar este marco para comprender los matices de los modelos de negocios y así, en el caso de agencias reguladoras, mejorar su especificidad de acuerdo con el tipo de actividad colaborativa que quieran favorecer o desalentar.

Tomemos Airbnb como punto de partida. Está claramente impulsada por la tecnología, ya que la plataforma facilita una red global de espacios compartidos. Además, está basada en mercado en cuanto al tipo de transacción: permite a los dueños de los espacios ganar dinero al tiempo que garantiza que un porcentaje de la transacción vaya a la plataforma. Airbnb está totalmente orientada a obtener beneficios, aunque algunos (incluyendo sus fundadores) tratarían de argumentar que es un híbrido porque está involucrada en iniciativas sociales, como proporcionar viviendas para víctimas de desastres.

Una de las partes más engañosas del modelo de Airbnb para los reguladores es que algunas personas la utilizan para optimizar sus recursos infrautilizados (por ejemplo, espacio extra en una casa de residencia), mientras que muchos otros (ahora una mayoría en la plataforma) alquilan espacios completos, dando como resultado una reducción del stock de vivienda para los residentes locales. El modelo de gobernanza de Airbnb es corporativo en el sentido de que no involucra a los usuarios en un gobierno colaborativo ni se comparten los beneficios con la comunidad. Finalmente, el modelo de Airbnb se basa en la conexión usuario a usuario. Como puede verse, Airbnb es fundamentalmente una compañía basada en el mercado, ya que su modelo de Transacción, su Enfoque de Negocio y su Modelo de Negocio quedan en el exterior del anillo (ver imagen).

Ahora, probemos el modelo con Bliive. Bliive es uno de los bancos de tiempo más grandes en el mundo. En lugar de facilitar transacciones monetarias a cambio de servicios (como Task Rabbit), Bliive permite a los usuarios prestar servicios (clases de guitarra, pintura, contabilidad, etcétera) a otros miembros de la comunidad y obtienen a cambio “Time Dollars” que pueden usar para recibir servicios valiosos de otras personas.

Argumentaremos que Bliive está habilitada por la tecnología, ya que esta conecta a los usuarios; sin embargo, al final, gran parte de la prestación del servicio se realiza en persona. En el caso de las Transacciones, Bliive utiliza enfoques alternativos porque los usuarios reciben créditos de tiempo en lugar de compensaciones monetarias. En relación al Enfoque de Negocio, nosotros lo ponemos claramente en la categoría de impulsados por una misión (aquí está, de hecho, su declaración de misión: “Bliive es un movimiento que cree en la colaboración como una forma de revolucionar el concepto de valor, uniendo a la gente a través de la experiencia de compartir”).

Mientras que el tiempo de un individuo es, quizá, menos infrautilizado comparado con, por ejemplo, su coche, argumentaríamos que el banco de tiempo en el sistema de Bliive es utilizado por la gente con tiempo disponible fuera de sus actividades diarias normales. Bliive es un gran creyente en la colaboración y tiene un programa embajador para “traer el esquema mental colaborativo a la realidad de su comunidad y redes”. Bliive es también una plataforma usuario-usuario. Argumentaríamos, pues, que está mucho más cerca de una plataforma cooperativa, pero no está completamente ahí, porque es una mezcla -así como en la mayoría de los modelos de negocio estudiados-. No hay mucho blanco y negro, o bueno y malo; por el contrario, hay mucho gris en la economía colaborativa.

¿Cómo pueden los nuevos emprendimientos utilizar este modelo? Creemos que puede ser utilizado como un punto de partida para sus decisiones sobre valores y modelo de negocios en el estadio temprano del proceso de un emprendimiento. Si los fundadores aspiran a ser más parecidos a una plataforma cooperativa, optarán por estrategias más cercanas al centro. Estas ideas pueden ser probadas más tarde contra combinaciones alternativas, para que los emprendedores tengan la oportunidad de tomar una decisión informada sobre qué puede funcionar en sus respectivos mercados.

Respecto de las dos dimensiones que son menos continuas (Tecnología y Recursos Compartidos), una discusión sobre las capacidades y el impacto deseado podría influenciar sus decisiones. Soluciones basadas en la tecnología normalmente llevarán a mayor impacto, dada la inherente escalabilidad de esos modelos. Mientras tanto, hacer mejor uso de los recursos infrautilizados resultará en modelos de negocio más “sostenibles”, aunque no siempre sea el caso.

Boyd Cohen y Pablo Muñoz. Originalmente publicado en Shareable, traducido al castellano por Guillermo Mas.