El ministro de Defensa Nacional, Jorge Menéndez, informó a la diaria que el gobierno uruguayo no está estudiando participar en nuevas misiones de paz y no ha recibido ninguna solicitud concreta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al respecto. El sábado concluyó formalmente la participación uruguaya en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), y los 250 efectivos que aún permanecían en ese país volverán a Uruguay en tres vuelos los días 1, 3 y 5 de mayo. Menéndez explicó que una vez que los militares retornen, se reintegrarán a los lugares que ocupaban antes de partir a la misión. El retiro de Uruguay obedece al fin de la misión de la ONU en Haití, previsto para octubre.

La participación de militares uruguayos en Haití generó rechazos y distanciamientos internos en el Frente Amplio. En febrero de este año, en entrevista con la diaria, Menéndez defendió lo que calificó de “política de Estado”. “No todas las misiones son exitosas, pero en general Uruguay cree que este es un instrumento válido. Nosotros estamos entrenando a nuestra gente a partir de misiones”, consideró el ministro en aquel momento. Ayer, Menéndez explicó que la cartera todavía no tiene una “evaluación fina” de esta misión, pero apuntó que “en principio Uruguay ha cumplido con los mandatos de la ONU del año 2004 hasta ahora y ha ido más allá de eso” en cuanto a la “protección de civiles”. “Ahora el futuro de Haití dependerá de su propia gente, de sus organizaciones”, añadió.

Las misiones de paz representan un ingreso sustancial para las Fuerzas Armadas uruguayas, no sólo por medio del pago al personal, sino también por el reembolso que realiza la ONU por la utilización de materiales en una misión. En la citada entrevista, Menéndez afirmó que 90% de las compras que hace el Ejército las efectúa con fondos de la ONU. Además, el dinero de las misiones se utiliza para la capacitación y preparación de los militares. El ministro explicó ayer que la misión en Haití representaba, para Uruguay, la segunda en volumen de ingresos luego de la de Congo. Si bien aceptó que “misiones que se cierran son ingresos que no se perciben”, Menéndez recordó que la ONU aún debe dinero a Uruguay por la misión que concluyó el sábado, y agregó que el fin de la participación en Haití no toma al país “de sorpresa”. “Esto no va a tener un impacto [económico] que no podamos sobrellevar”, aseguró el ministro.

Menéndez recordó que pasaron por la misión cerca de 12.000 uruguayos, entre funcionarios del Ministerio de Defensa, del Ministerio del Interior y de OSE. Atendiendo parcialmente a una solicitud que realizó el Parlamento uruguayo en octubre de 2016, impulsada por Unidad Popular, el gobierno enviará una unidad de potabilización a Haití, con capacidad de potabilizar más de 40.000 litros de agua por día.

Otro balance

La semana pasada, cinco premios Nobel de la Paz, entre ellos Adolfo Pérez Esquivel y Rigoberta Menchú, firmaron una carta en la que reclaman a la ONU reparar a Haití por los daños causados por la misión. Expresan “profunda preocupación ante la falta total de justicia y una respuesta reparadora contundente e integral para las personas, familias y comunidades en Haití, que han sido las víctimas directas del balance catastrófico de la Minustah en términos de derechos humanos”. “Son miles las mujeres, niños y niñas violadas o explotadas sexualmente, muchas de ellas abandonadas con niños sin que los soldados de la Misión reconozcan su responsabilidad”, señalan los firmantes. Sostienen además que tras la introducción del cólera en Haití, que se adjudica a las tropas de la Minustah, murieron cerca de 30.000 personas. Los firmantes celebran el fin de la misión, y afirman que esta fue “una continuidad de la ocupación centenaria estadounidense”. “Ahora, con el fracaso de la Minustah a la vista, a la luz de los objetivos planteados año tras año por el Consejo de Seguridad, y retrocesos que le llevará años revertir al pueblo haitiano, denunciamos que cerrar la misión sin reparar los daños provocados no es más que un anticipo de peores desastres”, concluyen. Sugieren que se utilice el dinero remanente de la misión para reparar “las violaciones masivas a los derechos humanos por ella cometidas”.

Andrés Olivetti, de la Coordinación por el Retiro de las Tropas de Haití, dijo que la misión en Haití no sólo no cumplió con las razones esgrimidas para constituirla, sino que llevó a ese país “muchos problemas que todavía están para resolverse: cóleras, violaciones, represión”. “Hicieron daño al pueblo haitiano respecto de su soberanía y nos hicieron daño a nosotros [los uruguayos], al transformar la política exterior en una cuestión de conveniencia y no de principios, alineando al gobierno con una política neocolonial de los centros de poder”, consideró.