Tras un pedido de Estados Unidos, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) abordó ayer, en una sesión a puertas cerradas, la situación de Venezuela. Según la agencia de noticias Efe, los dos países latinoamericanos que integran el Consejo, Uruguay -que lo preside- y Bolivia, manifestaron que la crisis en el país caribeño no es un asunto que corresponda al Consejo de Seguridad. “Venezuela no es un tema del Consejo y no tiene por qué estar. El Consejo no tomó ninguna decisión. Preferimos mantener el tema en la esfera regional”, dijo el representante uruguayo en la ONU y actual presidente del Consejo, Elbio Rosselli, a la prensa. “En todas las crisis, quienes mejor lidian con la situación son los organismos regionales”, insistió.

La representante estadounidense en la ONU, Nikki Haley, dijo que su país no estaba buscando “una acción del Consejo de Seguridad” sobre Venezuela, sino que “el Consejo de Seguridad viese exactamente cuál es la situación”. No obstante, aseguró que “por el bien de los venezolanos, y por la seguridad en la región, debemos trabajar juntos para asegurar que [el presidente de Venezuela, Nicolás] Maduro detenga esta violencia y opresión y restaure la democracia al pueblo”. En tanto, el embajador venezolano ante la ONU, Rafael Ramírez, aseguró que es “una estrategia calculada” de Estados Unidos “contra nuestro país”, y consideró la inclusión del tema “un peligroso precedente”.