La Fundación Gonzalo Rodríguez en colaboración con la Fundación UPS, el Banco de Desarrollo de América Latina, el Banco Mundial y el Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial, decidió hacer un “Estudio sobre las condiciones del traslado de niños en motocicletas en América Latina”, que fue presentado ayer. Se llevó a cabo en 45 ciudades de seis países: Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay, República Dominicana y Uruguay, y “se aplicó la técnica de observación no participante, relevando lo que sucede en el tránsito en base a criterios previamente definidos. Por otro lado se recogieron percepciones, hábitos y conocimientos sobre la circulación de niños en motocicletas a través de la técnica de encuesta”, según detalla el resumen ejecutivo del estudio. Se constató un uso general del “casco homologado” en los niños más pequeños, “en parte porque no existen cascos homologados para menores de 2-3 años, pero también porque no se contempla en las reglamentaciones o en su defecto no se fiscaliza”, y se observó que “es muy bajo el uso de otras medidas de seguridad como la vestimenta visible, incluso en países donde es mandatado por ley”, como Uruguay. “En referencia a los niños un factor de seguridad fundamental es alcanzar el posapié; esto muestra resultados preocupantes incluso en Uruguay donde está reglamentado”, agrega el resumen. Otra constatación “alarmante” refiere a la ubicación de los niños en las motos, ya que “la mayoría son trasladadas en ubicaciones no autorizadas”.

El estudio destaca que la motocicleta se ha vuelto un medio habitual de transporte “por lo económico y la rapidez”, y que “la percepción de seguridad de los niños viajando en motocicleta es relativamente alta en todos los países”. “El estudio también constata una disparidad en las condiciones de traslado entre ciudades al interior de los países, lo cual indica la importancia de lo local en materia de seguridad vial”, concluye el resumen.

En Uruguay, a pesar de la tendencia a la baja en la cantidad de niños y adolescentes fallecidos en siniestros de tránsito, hubo un incremento de 67% en 2016 en la cantidad de muertes de niños y adolescentes en moto, luego de dos años de tendencia a la baja. Esto representa más de la mitad del total de las muertes en siniestros de tránsito en el país.

Entre las recomendaciones que se hicieron está la de no llevar en moto a menores de seis a ocho años que no lleguen al posapié y que lo niños sean trasladados en las posiciones adecuadas, además de portar los chalecos fluorescentes obligatorios.

El estudio constató que 80% de los conductores de motos que llevan niños no creen que estos estén en riesgo, un resultado “preocupante”. El resumen establece que la Organización Mundial de la Salud “señala que las personas usuarias de motocicletas están expuestas a mayores riesgos de colisión debido a que comparten el espacio de circulación con automóviles, ómnibus y camiones; porque son menos visibles; y además por la falta de protección física que los hace más vulnerables a sufrir lesiones en caso de colisión”.