La resolución judicial por el caso de los cuatro jóvenes que murieron el 25 de octubre a raíz del incendio del depósito de fuegos artificiales Meteoro-Trick SA, en Toledo, sigue sin dictarse, pero hay avances. El viernes la fiscal Silvia Méndez pidió el procesamiento con prisión de los dueños del depósito, tal como publicó ayer El Observador. El mismo viernes de noche la Justicia ordenó el cierre de fronteras. “La jueza tiene que convocar a una audiencia, escuchar a los acusados y resolver si hace lugar o no al pedido de procesamiento. Al día de hoy no había convocado fecha de audiencia. Para mí jurídicamente es un caso claro, no debería llevar mucho tiempo el análisis”, explicó a la diaria Óscar López Goldaracena, abogado de la familia de Adrián Yanibelli, uno de los fallecidos. “Quedó comprobado que había pólvora en suspensión en el ambiente y que eso fue debido a la manipulación de los fuegos artificiales y a la reparación, y esa tarea es una tarea prohibida en el depósito, viola las ordenanzas, aparte de no tener la habilitación de Bomberos ni la habilitación municipal”, detalló. “Desde el punto de vista penal, la violación de leyes y reglamentos es culpa. Si hubieran cumplido con todas las ordenanzas no se hubiera producido la muerte de las personas, por eso es homicidio culpable; no es homicidio intencional, sino por negligencia o, en este caso, por violación de las leyes y reglamentos”, agregó.

El abogado explicó que en este caso de homicidio culpable, “como hubo una pluralidad de muertes, lleva por mandato legal la pena máxima, que son ocho años de penitenciaría”. El procesamiento que pide la fiscal coincide con lo solicitado por este y los otros tres abogados que defienden a las familias de los hombres fallecidos, todos trabajadores del depósito: Yanibelli, de 27 años, Víctor Méndez, también de 27, Jhon Rodríguez, de 22 años, y Damián Fagián, de 20 años.

En diálogo con la diaria, Pablo Fagián, cuñado de Yanibelli, saludó el pedido de la fiscal. Aun así, aclaró: “A nosotros no nos gusta que nadie vaya preso, pero tampoco nos gustó que cuatro gurises murieran calcinados”. “No somos vengativos. Buscamos responsabilidades, y queda más que demostrado que los responsables son los dueños”, agregó. Fagián enumeró fallas detectadas por los informes de la Dirección Nacional de Bomberos y la Inspección General del Trabajo y la Seguridad Social. Además de que el depósito no tenía habilitación de Bomberos, comentó que la puerta era corrediza -en lugar de ser batiente, como se dispuso hace cerca de 50 años-, se salió del carril y fue la “trampa mortal”. Pero hubo otras: la puerta de emergencia estaba trancada con reja y candado, la ropa generaba estática y ayudó a provocar la explosión, la toma de agua tenía cortada la manguera, y para completar, no había condiciones de orden y limpieza y sí, en cambio, dispersión de pólvora.