Todo niño tiene derecho a crecer en el seno de una familia. Así lo estableció la Convención de los Derechos del Niño, aprobada en 1989 y ratificada por Uruguay un año después. Más de dos décadas después, 2.500 niños y adolescentes viven en hogares de amparo del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) y no tienen referente familiar; hay otros 1.800 que también están bajo el sistema de protección del INAU, pero están en proceso transitorio con sus familias de origen o en la alternativa de acogimiento familiar. De los 2.500 hay 577 que tienen hasta siete años, y esos son los que priorizará el instituto en esta segunda etapa del programa Familia Amiga.

La iniciativa fue lanzada en 2011. Convoca a “familias solidarias que reciban en forma transitoria al niño, niña o adolescente hasta que pueda regresar a su familia de origen, o hasta que se encuentre una solución familiar definitiva, a través de una familia inscripta en el Registro Único de Aspirantes a la Adopción”. Según datos del INAU, actualmente hay 114 familias amigas que tienen a su cuidado 180 niños. Todo el proceso se lleva a cabo con el acompañamiento de equipos del INAU, que valoran y preparan a la familia para recibir a los niños, están presentes durante el tiempo que dure la estadía, y luego preparan lo que será el egreso del niño. Se busca continuar el vínculo cuando el niño resida con su familia de origen o la adoptiva.

El lanzamiento se hizo el viernes 19 y participó Beatriz López, quien formó parte del programa y compartió su experiencia con el público (también aparece en una serie de spots que el INAU difundirá mediante las redes sociales). Valoró el acompañamiento de los equipos y la “linda capacitación” que tienen. Mencionó tres conceptos claves: transitorio, egos, desapegos. Detalló el primero de los tres, clave en este proceso: dijo que los niños “están de paso por nosotros” y destacó que “lo importante es sacarlos de esa institución en la que hay un material humano impresionante pero donde no dan abasto para atender a tantos niños”. “Nosotros, que tenemos un tiempo y un espacio para trabajarlo, para ocuparlo, vamos a dedicárselo a esos niños que nos están llamando, que nos están diciendo ‘vengan por mí’”. En diálogo con la diaria, Marisa Lindner, directora del INAU, comentó que “es todo un proceso de aprendizaje que tiene que ver con un profundo cambio cultural”, pero destacó que, según estadísticas internacionales, de las familias que se inscriben, alrededor de 10%, en promedio, quedan vinculadas y reciben luego a nuevos niños. El período de permanencia es inferior al año.

A nivel internacional, esta modalidad se aplica en situaciones extremas, de guerra o de catástrofe; el caso de Uruguay es diferente, y terrible en otro sentido, porque tiene que ver con los altos porcentajes de niños internados las 24 horas. Las razones son múltiples, dijo Lindner: algunas están vinculadas con violencia, otras se deben a situaciones de pobreza extrema o a alguna necesidad básica insatisfecha, otros motivos se vinculan con la salud mental de los padres o con situaciones de discapacidad o de alta vulneración. La idea, en todos los casos, es que el niño pueda volver con su familia de origen; si esto no es posible, se recurre a la modalidad de acogimiento de la familia extensa -tíos, abuelos- y si eso tampoco es posible, se acude a este otro tipo de estrategias.

A diferencia del viejo sistema de cuidadores que tenía el INAU, por el cual las personas recibían un pago por tener a uno o varios niños en su casa, este mecanismo busca evitar viejos vicios del sistema: el centro es el niño, y no el sustento de una familia. Los apoyos son concretos y se acuerdan con cada familia. Lindner comentó que consisten, por ejemplo, en dar facilidades para tratamientos y el apoyo de especialistas, para la sostenibilidad de procesos educativos y otros que ayuden en la socialización del niño.

Apurarse

Familia Amiga es parte del proceso de cambios del sistema de protección a la infancia, que busca desinstitucionalizar. El INAU está transformando los típicos hogares en Centros de Acogimiento y Fortalecimiento Familiar, que son los que establecen el vínculo con las familias amigas y las extensas. En 2016, 14 hogares fueron reconvertidos en estos nuevos centros, dijo Lindner.

En el lanzamiento, Eduardo Cavalli, ministro del Tribunal de Apelaciones, reafirmó que vivir en familia es un derecho humano fundamental, pero que “la realidad” es que “los procesos se demoran más allá de lo adecuado o de lo esperable” y “seguimos con un altísimo índice de niños internados”, y que eso es responsabilidad de los jueces, los defensores y del Ministerio Público. Abogado de profesión, comentó que ha “recibido muchísima información, proveniente de otras disciplinas, en cuanto a que las internaciones en hogares son contraproducentes y van a provocar situaciones que no sólo están dañando en el presente sino que van a dañar en el futuro a ese niño”.

Cavalli se comprometió a procurar que el Poder Judicial “adopte como propio” este programa y concrete, con el apoyo del INAU, “una fuerte política de capacitación en el uso de esta herramienta”. Agregó que “aquello de que la justicia tarda pero llega es una mentira en esta materia: la justicia acá tarda y las resoluciones se adoptan más allá del tiempo razonable. Estamos provocando un daño”, afirmó. Dijo que el sistema judicial está en falta por demorar las resoluciones y por “no saber manejar los recursos de los que disponemos”. “Nos falta organizarnos mejor, tender puentes de diálogo” para abreviar los procesos y cumplir con la ley, que establece que la internación debe ser el último recurso y, en caso de que no pueda evitarse, que sea por el menor tiempo posible.

¿Quién puede ser Familia Amiga?

  • Toda familia o persona, a partir de 25 años de edad, con disponibilidad de tiempo, espacio y dedicación para cuidar.

  • Con ingresos que cubran las necesidades de su propia familia.

  • Que no estén inscriptos en el Registro Único de Adopciones.

  • Que cuenten con una vivienda en condiciones.

Otros requisitos

  • Todos los integrantes tienen que sumarse a la modalidad.

  • La familia debe participar en instancias de capacitación y estar abierta al acompañamiento y sugerencias del equipo técnico.

  • Debe aceptar el vínculo entre el niño y su familia de origen.

  • Debe ser capaz de aceptar la separación y la transitoriedad.

  • Ser parte del proyecto es excluyente de pedir una adopción.

Vías para iniciar el contacto: en el sitio www.inau.gub.uy, por el teléfono 08002513 o por el correo electrónico [email protected] Más información en www.familiaamiga.com.uy