El inspector general del Trabajo y de la Seguridad Social, Gerardo Rey, informó a Radio Uruguay que su unidad ejecutora multó a dos empresas constructoras que tenían obras en las calles Maldonado y Durazno (Montevideo), ya que empleaban a seis ciudadanos colombianos que trabajan de forma irregular, sin permiso de trabajo ni afiliación al Banco de Previsión Social. Rey subrayó que a partir de que se constató la infracción, la empresa corrigió las irregularidades. Además, agregó que concurrieron al lugar en el que habitaban los trabajadores y comprobaron que había un conjunto mayor de colombianos que vivían “en condiciones no satisfactorias, con escasez de elementos para refrigerarse y sin cuchetas suficientes para todos”, pero, en este caso, la responsabilidad de la empresa no se pudo probar.

El jerarca dijo que los migrantes valoran algunas condiciones de Uruguay, como la asistencia médica incluida en el derecho a la educación gratuita para sus hijos y la posibilidad de una jubilación temprana. Además, sostuvo que “se empieza a percibir” una “nueva oleada” de migrantes que vienen a Uruguay en busca de trabajo, y que es más fácil encontrarlos en el sector servicios -empresas de seguridad y limpieza-, en el área gastronómica y, en menor medida, en la construcción. Rey señaló que, generalmente, la formación de los migrantes es mayor que la de los uruguayos que ocupan el mismo puesto de trabajo. “Esto tiene una explicación, y es que las personas, cuando deciden emigrar e ir a buscar mejor suerte en otro país, al comienzo bajan las aspiraciones porque su primer objetivo es ingresar rápidamente al mercado de trabajo y empezar a construir mejores oportunidades a partir de ahí”, indicó.