Unos 150 trabajadores rurales se juntaron en la Colonia Emiliano Zapata, ubicada en el kilómetro 311 de la ruta 26, en la localidad de Picada de Cuello, departamento de Tacuarembó, para celebrar su día. La Ley 19.000, de noviembre de 2012, declaró el 30 de abril de cada año “Día del Trabajador Rural”, otorgándole la categoría de “feriado no laborable pago para los trabajadores que desempeñan esa actividad”. La colonia donde se hizo el acto es un símbolo, ya que se trata de una fracción de 192 hectáreas que el Instituto Nacional de Colonización adjudicó al Sindicato de Peones de Estancia (Sipes) para desarrollar un proyecto productivo ejecutado por asalariados rurales, pero además para constituir un centro de capacitación para el “desarrollo de habilidades y destrezas de trabajadores rurales y sus familias” y convertirse en la sede de la organización sindical, “estableciendo referencia geográfica para el Sipes en el territorio”. Justamente el domingo, después de brindar los informes de los sindicatos en conflicto y de almorzar asado, se inauguró el Centro de Formación Maestro Julio Castro, con el fin de comenzar a “generar un lugar de coordinación de toda la capacitación, tanto en oficios como en formación sindical”, según explicó a la diaria César Rodríguez, referente del Sipes y dirigente de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Aines (UNATRA). Rodríguez dijo que el reciente conflicto en el sector arrocero generó que un importante grupo de jóvenes se vinculara a la UNATRA. “Fueron registrados como delegados del sector y como delegados de seguridad, y es su primera actividad militante. Por eso, la idea es transferir conocimiento y formación en organización”, explicó. El centro lleva el nombre del maestro detenido desaparecido en 1976 cuyos restos fueron hallados en el Batallón de Infantería 14 en diciembre de 2011. Castro fue uno de los impulsores de las Misiones Pedagógicas, un proyecto de maestros y estudiantes de magisterio para llevar la educación al medio rural.

De noche, los participantes vieron la película La Patagonia rebelde, y luego hubo “rueda de conversa”, danzas criollas, cena y canto. Muchos se quedaron acampando para concurrir ayer al acto del 1º de mayo del PIT-CNT en Tacuarembó.

En la actividad participaron trabajadores del Sipes, del sector citrícola, provenientes de Salto, así como representantes del Sindicato Único de Trabajadores del Arroz y Afines (SUTAA) de Treinta y Tres y Cerro Largo.

También, en el marco de este día, María Flores, presidenta del Sindicato Único de Trabajadores del Tambo y Afines y dirigente de la UNATRA, dijo al portal del PIT-CNT que la lucha por los derechos de los trabajadores rurales es “muy dura” y que un estudio realizado por el Instituto Cuesta Duarte demuestra que “el sector de trabajadores rurales es el único que no cobra nada por antigüedad, nada, ni siquiera un día más. Parece siempre que el sector está en crisis, y me daría vergüenza irme a veranear a Punta del Este sabiendo que a mis trabajadores les pago menos de 2.000 por mes para alimentación y vivienda”.

La Ley 19.000 establece en su artículo 2º que el Poder Ejecutivo “organizará y promocionará”, durante el Día del Trabajador Rural “las actividades y medidas necesarias destinadas a difundir la importancia de la labor del trabajador rural en nuestro país”.