La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, volvió a cuestionar al gobierno uruguayo, junto a los de otros siete países latinoamericanos, por haber firmado una declaración en la que manifiesta su apoyo a la iniciativa del papa Francisco para que se abra una instancia de diálogo entre el gobierno y la oposición de ese país y, de paso, pide la liberación de presos políticos del régimen que encabeza el presidente Nicolás Maduro.

Uruguay firmó el domingo, junto con los gobiernos de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú y Paraguay, una declaración de “adhesión a las expresiones del papa Francisco sobre la situación en Venezuela”. En la mañana del domingo, Francisco hizo un llamado a una “solución negociada” en ese país. “Hago un sentido llamado al gobierno y a todos los estamentos de la sociedad venezolana para que eviten cualquier otra forma de violencia, que se respeten los derechos humanos y que se busque una solución negociada”, manifestó en la plaza San Pedro de Roma. Dijo que Venezuela vive una “grave crisis humanitaria, social, política y económica que está agotando a la población”.

Horas antes, en conversación con periodistas que lo consultaron sobre la posibilidad de que el Vaticano fuera facilitador del diálogo entre el gobierno y la oposición en Venezuela, Francisco consideró que para eso tiene que haber “condiciones muy claras”. “Parte de la oposición no quiere esto, y es curioso que la misma oposición esté dividida. Por otro lado, parece que los conflictos se agudizan cada vez más, pero hay algo en movimiento, hay algo en movimiento”, comentó el papa. Sus palabras generaron molestia en la oposición venezolana, y el dirigente Henrique Capriles negó que la oposición de ese país esté dividida, si bien reflexionó que Francisco es “un ser humano” y “se puede equivocar”.

Los gobiernos latinoamericanos firmantes adhieren a “las expresiones de Su Santidad el Papa Francisco”, ya que “como lo ha señalado el Sumo Pontífice, es imprescindible contar con ‘condiciones muy claras’ para una salida negociada a la crisis política, económica y humanitaria en dicho país hermano”. Concordaron con el papa en que “todo lo que se pueda hacer por Venezuela hay que hacerlo, pero con las garantías necesarias”, para lo cual es necesario el “cese de los actos de violencia, la plena vigencia del Estado de Derecho, la liberación de los presos políticos, la plena restitución de las prerrogativas de la Asamblea Nacional y la definición de un cronograma electoral”.

Te desubicaste

“Venezuela protesta comunicado injerencista de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú, Paraguay, Uruguay y Gobierno de facto de Brasil”, escribió ayer Delcy Rodríguez en la red social Twitter. Luego, la canciller dijo que estos gobiernos siguen cometiendo el “grave error” de “quebrantar el Derecho Internacional y alentar el golpismo”, y sostuvo que “cada comunicado en apoyo a factores opositores en Venezuela alienta el golpismo y la violencia, y pretende desconocer al gobierno legítimo”.

Las declaraciones de Rodríguez fueron prácticamente simultáneas al acto del 1º de mayo del PIT-CNT, en el que el vicepresidente Raúl Sendic admitió que las relaciones entre ambos países pasan por un “mal momento”, aunque destacó que Uruguay sigue siendo “extremadamente solidario con el pueblo y el gobierno venezolanos”. “La situación de Venezuela se tiene que resolver por la vía del diálogo; lo hemos dicho una y otra vez”, aseguró el vicepresidente, que además ratificó el apoyo al pedido del papa Francisco. “No hay otro camino”, sostuvo. Según dijo, tanto en el gobierno como en la oposición existen sectores que tienen “amplia disponibilidad para el diálogo”, pero también otros cuyas posturas son “más extremas”, a los que “hay que achicarles el espacio”. Durante el acto, Sendic se sentó bastante cerca del embajador venezolano en Uruguay, Julio Chirino, con quien dijo tener “una excelente relación” y “muchos puntos de vista en común”.

Apoyos, sorpresas y cuestionamientos

Según reveló El País la semana pasada, el Partido Comunista no defenderá al canciller Rodolfo Nin Novoa en la interpelación que deberá afrontar en Diputados el miércoles 10, y que será encabezada por el diputado colorado Ope Pasquet.

Sendic trató ayer de poner paños fríos a la situación y dijo que “la mayoría de la fuerza política respalda lo que ha hecho el canciller”. Luego dijo que Nin Novoa “ha tenido todo el respaldo del gobierno”, y conjeturó que seguramente “va a tener el de la bancada”.

En tanto, el presidente del FA, Javier Miranda, dijo que la situación le “preocupa”, y sostuvo que se apostará al diálogo para intentar conciliar las posiciones, dado que “es legítimo y entendible que no haya una posición única”. La máxima autoridad de la coalición de gobierno informó que un eventual pedido de unidad de acción está “dentro de lo posible”, aunque agregó: “Políticamente no vislumbro que vaya a haber una votación dividida en la interpelación del 10 de mayo”.

En tanto, el presidente del PIT- CNT, Fernando Pereira, ratificó la postura de la central sindical acerca de que “los problemas de los venezolanos los tienen que resolver los venezolanos con su autodeterminación”, y dijo que si bien el movimiento sindical ha sido en algunos casos “muy crítico” con Nin Novoa, “no significa compartir lo que Nicolás Maduro dijo de él”. Respecto de si existe un apoyo o rechazo del PIT-CNT a la gestión del canciller, Pereira optó por las medias tintas: “Hay puntos en los que coincidimos y puntos en los que discrepamos”.