Cautela, audacia y progresividad. Estos tres conceptos manejó el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, en agosto de 2015, cuando presentó el Presupuesto que proponía el gobierno para 2016 y 2017. La situación de incertidumbre a nivel mundial, regional y nacional se utilizó ese año como fundamento para que la previsión presupuestal se hiciera a dos años, en lugar de ser quinquenal. El lunes, en Suiza, el presidente Tabaré Vázquez utilizó el mismo argumento para anunciar que la próxima Rendición de Cuentas contendrá previsiones presupuestales sólo para 2018 y no para los tres años que restan para finalizar el período de gobierno. Vázquez mencionó que si bien los indicadores económicos de Uruguay están mejorando, el contexto es el de una “región complicada” y resta consolidar las tendencias positivas en materia económica.

El presidente anunció desde el exterior que se reunirá el martes 13 con el Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio (FA) para presentar el borrador de la Rendición de Cuentas. Sin embargo, de hecho, los legisladores del FA se enteraron por la prensa de la intención del gobierno de limitar la discusión de las asignaciones presupuestales a 2018. “Me enteré por la prensa. No nos comunicaron nada antes. No pudimos conversarlo en la bancada porque no sabíamos. Ese es un debe del Poder Ejecutivo”, cuestionó la diputada del Movimiento de Participación Popular Lilián Galán, integrante de la Comisión de Hacienda, que tendrá a su cargo el análisis del proyecto de ley de Rendición de Cuentas. “Todos dábamos por supuesto que la Rendición de Cuentas iba a ser para los tres años. Y en realidad, va a ser una Rendición de Cuentas más, se va a ajustar para el año siguiente”, agregó.

Sobre la decisión del Poder Ejecutivo, Galán afirmó que Uruguay es “el único país que tiene un presupuesto quinquenal”, porque en los demás países los presupuestos se hacen cada año. Agregó que esta modalidad es “bastante engañosa”, ya que todos los años hay Rendición de Cuentas, instancia en la que, al igual que en la ley presupuestal, se proyectan y se reestructuran las asignaciones para los años siguientes. Galán opinó que en este nuevo escenario anunciado por Vázquez, el FA deberá “pensar mucho” en su plan de gobierno y en cómo hará para “cumplir con los compromisos electorales”. “Pienso en el 6% para la educación, por ejemplo, que es un compromiso electoral. Ahora, en esta Rendición de Cuentas, tenemos que pensar el escenario siguiente, para que se cumpla ese programa”, advirtió.

El diputado comunista Gerardo Núñez dijo a la diaria que quiere conocer “más en profundidad la fundamentación del equipo económico” para esta medida, que quizá tenga que ver con “los vaivenes de la economía mundial” y su impacto en la región y en el país. De todos modos, opinó que “lo más adecuado sería lograr proyectar para más años” y “generar discusiones más globales, más integrales”. “Una discusión de este tipo no se puede dar de manera aislada. Los compromisos son en un quinquenio, y es difícil proyectar de esta manera”, consideró.

En cambio, el diputado de Asamblea Uruguay Alfredo Asti apuntó que los “compañeros del FA que se puedan sorprender” con el anuncio de Vázquez “deberían leer el comunicado que sacó el Consejo de Ministros” en la primera reunión de este año, en la estancia de Anchorena. Allí, a juicio del legislador, ya estaba claro que la Rendición de Cuentas fijaría asignaciones presupuestales sólo para 2018. En ese comunicado, del 30 de enero de 2017, Presidencia de la República señaló que para cumplir con el programa de gobierno, el Ejecutivo cuenta con “las herramientas” que “nos proporcionará para el año 2018 la próxima Rendición de Cuentas”. Asti agregó que otra razón por la que el anuncio “no debería sorprender es que sigue presente el nivel de incertidumbre de los distintos escenarios mundiales, regionales y de nuestra propia situación interna”. “Si bien hay signos bastante alentadores de recuperación y aumento del nivel de actividad, también tenemos algunas debilidades, como la desocupación. Es oportuno acotar los tiempos de programación a las certidumbres más manejables, que son las del próximo año”, indicó el legislador, y calificó de “muy acertada” la medida.

Con la Constitución en la mano

El diputado nacionalista Jorge Gandini, integrante de la Comisión de Hacienda, criticó la medida del Ejecutivo, tanto desde el punto de vista conceptual como jurídico. Sostuvo que en este escenario no hay “reglas de juego de mediano plazo” ni “un plan estratégico”. “Y lo que es peor todavía: se dice que el año que viene vamos a hacer un presupuesto para el año electoral, lo cual es muy malo porque instala en cada año la pelea por lo que hay, sin establecer reglas de juego y, además, sin permitir planificar. El Estado tiene un Presupuesto Quinquenal porque ese es el gran plan estratégico de desarrollo económico de un gobierno. Así lo ha definido el propio FA, y lo que estamos concluyendo es que no lo tiene”, sentenció. Agregó que “no son de recibo las excusas que pone el presidente de la República” respecto de que “nos va bien en los números, pero hay problemas de inestabilidad en la región”, porque “eso siempre ha pasado, y para eso las rendiciones de cuentas son las que anualmente aplican los correctivos”.

Por otra parte, Gandini aseguró que la medida del Ejecutivo viola la Constitución, que establece en su artículo 214 que el gobierno tiene que elaborar un Presupuesto para todo el período de gobierno. Asti le recomendó al legislador nacionalista “leer la Constitución” y repasar lo que han hecho los gobiernos del FA y del resto de los partidos en los últimos años; aseguró que en todos los períodos se han establecido modificaciones presupuestales en cada Rendición de Cuentas, ajustándose a la realidad de cada año. “Quizá cuando los constituyentes previeron el Presupuesto Quinquenal como un avance, consideraban que el mundo iba a tener menos interrogantes que las que hoy se presentan, que hacen que sea imprevisible el escenario mundial”, consideró.

En el mismo sentido, el diputado del Partido Independiente Iván Posada opinó que el Ejecutivo no está “en absoluto” vulnerando la Constitución. “La Rendición de Cuentas es una oportunidad para hacer un balance de cómo viene el Presupuesto. Corregir año a año es una forma de trabajo que está dentro de las opciones que tiene el gobierno. No me llama la atención que, en función de una realidad delicada, haya medidas precautorias de no plantearse un incremento del gasto más allá de un año. Me parece una de las tantas medidas que se pueden tomar para enfrentar una situación que requiere una medida precautoria”, señaló. Acotó que las modificaciones presupuestales en las rendiciones de cuentas son una potestad del Poder Ejecutivo y están, “sin ninguna duda”, dentro del marco constitucional.