“Cuando el Frente Amplio asumió, en 2005, teníamos una Policía con una Ley Orgánica de la década del 70, un sistema de formación de la década del 60 y una estructura de comisarías y despliegue territorial que era de la década del 50. A esto se le sumaba una estructura de salarios pésima, sistemas de información casi inexistentes, una muy baja incorporación de tecnología, y un equipamiento y armamento desactualizados”, repasó el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en el almuerzo de trabajo celebrado ayer en Punta Cala y organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM). Bonomi habló de la reforma de la Ley Orgánica Policial, que fue aprobada a comienzos de 2015 y que entró en vigor en enero del año pasado, y de los resultados que está dando en la reducción de delitos violentos, especialmente las rapiñas.

Nueva Policía

Según el ministro, después de finalizados los regímenes dictatoriales y a medida que avanzaban las democracias en América Latina, surgió la “necesidad imprescindible de reformar las policías y adecuarlas a la nueva realidad”.

Desde 2010, explicó, los gobiernos del Frente Amplio han impulsado una reforma profunda en la institución policial, que contempló dimensiones culturales, institucionales y metodológicas. La base de la transformación fue la aprobación de modificaciones a la Ley Orgánica Policial, que actualizaron la legislación de 1971 y que, dijo, comenzó un camino que no tiene marcha atrás. Así, se trazó un plan y una estrategia, se definieron las prioridades y se puso “todo el peso político” para hacer que las cosas sucedieran. Como consecuencia, y después de haber andado un camino complejo, “podemos decir que hoy en Uruguay hay una nueva Policía”, afirmó. Entre los pilares de esta nueva institución Bonomi destacó la defensa estricta de los derechos humanos, la completa sujeción al mando civil y una redefinición de la estructura organizativa en la que se destaca la descentralización de elementos claves como patrullaje e investigación.

A las modificaciones estructurales operadas a partir de la reforma de la ley se agrega, además, una transformación radical de los recursos técnicos que permite nuevos sistemas de información, que incorporan, por ejemplo, la videovigilancia y el patrullaje aéreo mediante el uso de drones.

Recordando el compromiso de campaña de Tabaré Vázquez durante la última campaña electoral, de bajar 30% las rapiñas, Bonomi afirmó que en el Ministerio del Interior no se improvisa: hay un plan, una estrategia y un método. “No hay registros ni antecedentes en Uruguay de que un gobierno haya finalizado con menos rapiñas que cuando empezó su administración”, dijo, y anunció que esa tendencia se romperá al final de este período, cuando se verifique la reducción del número de rapiñas y se compruebe el cumplimiento de la meta que fue promesa electoral.

El cumplimiento de ese objetivo gira en torno a cuatro ejes: el nuevo sistema de Patrullaje de Alta Dedicación Operativa (PADO); el incremento de la videovigilancia, en número de cámaras y extensión territorial, incluyendo el interior y las ciudades de frontera; la mejora tecnológica y del equipamiento, y la mayor capacidad de análisis criminal y diseño de escenarios. Durante 2016, por ejemplo, en los barrios en que se implementó el PADO, las rapiñas descendieron 40% y, en calles específicas, hasta 60%, aseguró.

Respecto de la videovigilancia, Bonomi dijo que en los próximos 12 meses se instalarán 4.095 cámaras adicionales, que se sumarán a las 1.855 existentes. A partir del 15 de octubre se instalarán en la zona metropolitana 15 cámaras por día. También entrará en operaciones el nuevo Centro de Monitoreo, en la Guardia Republicana.

Durante 2018, anunció, se finalizará la cobertura tecnológica de videovigilancia intensiva, y desde el 1º de enero de 2018 el PADO contará con 500 elementos más, lo que significa un incremento de 50% de la capacidad operativa y 150 efectivos más en Montevideo para la Guardia Republicana. Como consecuencia, la proyección de diciembre de 2018 a marzo de 2019 muestra un porcentaje acumulado de 24% en la baja de rapiñas, y, si la tendencia se mantiene, Bonomi asegura que se llegará a la meta a la que Vázquez se comprometió.