El presidente Tabaré Vázquez encabezó un nuevo Consejo de Ministros Abierto en Montevideo. Estas instancias están pensadas para que la población transmita sus preocupaciones al presidente y a su gabinete; ayer, el primer mandatario recibió a los vecinos del Cerrito de la Victoria en una carpa instalada dentro del Cuartel de Blandengues de Artigas, en la avenida General Flores.
Como en todos los consejos abiertos, Vázquez comenzó haciendo un repaso de los asuntos de los distintos ministerios, la mayoría de carácter administrativo. A las 10.00 comenzó la intervención de los vecinos, que duró exactamente una hora (de lo contrario, “estamos dos días”, dijo Vázquez cuando faltaban diez minutos para las 11.00 y varias personas pedían la palabra).
A diferencia del consejo que se llevó a cabo el 24 de abril en La Teja, en el de ayer abundaron los agradecimientos: al gobierno, a la Intendencia de Montevideo, a los ministerios y hasta al Cuartel de Blandengues.
La intervención de Julio Kanela Sosa, ciudadano ilustre de Montevideo, fue una de las más lisonjeras: “Hoy el Cerrito se engalana. Se tiene que sentir, orgulloso, que los ricos y los pobres se puedan expresar, y a decirle a la cara las cosas al gobierno. ¡Qué orgullo tenemos que tener de esta democracia por la que tanto pataleamos!”. También observó que son pocos los que le “faltan el respeto al gobierno”, pero “¡cómo suenan en los canales [de televisión]!”.
Sobre la basura –uno de los temas por los que fue consultado el intendente Daniel Martínez en varias oportunidades–, Kanela dijo: “No les echemos la culpa a los requecheros; lamentablemente, están los pastabaseros de noche. Tenemos que darnos cuenta de que los muchachos están pasados de rosca, meten la mano [en los contenedores] y tiran toda la basura para afuera”, explicó.
Antes del discurso de Kanela, una clasificadora había increpado al intendente por la política de gestión de residuos. “¿Por qué a los que estamos en el piso nos siguen pisoteando? Hicieron cuatro plantas para 128 trabajadores, mientras que el resto nos estamos muriendo de hambre. [...] Le hemos pedido una reunión al señor ministro del Interior, por abuso de funciones de policías, y no nos han dado una audiencia. Nos pusieron zonas de exclusión, nos pusieron contenedores antipobres”, sostuvo. La mujer, además, agradeció al ex presidente José Mujica, que no estaba presente, la implementación del Plan Juntos. “Fue un éxito, tenemos hermosas casas, pero hoy estamos perjudicados por el alumbrado público. Estamos pagando 20.000 pesos por mes, y más de la mitad ya no lo hace, porque no tenemos recursos”, concluyó. Entre risas, Martínez respondió a la intervención recordándole a la clasificadora que habían tenido una reunión anteriormente y que en esa oportunidad fue él quien se encargó de defender el Plan Juntos. “¿Te acordás? Recuerdo perfectamente que rezongaste bastante”, señaló. Ya con una actitud más seria, el jerarca municipal dijo que la idea es “dignificar cualquier trabajo”. “Es un hecho que hay que buscar que la clasificación se haga en mejores condiciones de seguridad”, agregó.
Luego Martínez le dio la palabra a otro clasificador –al que se refirió como “peor que ella”, en alusión a la mujer que había hablado antes–. El hombre aclaró que hay personas que se autodenominan “rescatistas independientes”, que no pertenecen a protectoras de animales, que les están quitando sus caballos. “Quedó en suspenso con el ministro [Eduardo] Bonomi esta investigación”, afirmó. El clasificador dijo que ven con buenos ojos el plan piloto de entregar motocarros, “pero es sólo para diez personas”, cuestionó. “Queremos pedir que hasta que no se haga un nuevo censo nacional de clasificadores no se pongan nuevas zonas de exclusión”, reclamó. Como ejemplo, dijo que de la Ciudad Vieja, donde se pusieron los contenedores cerrados, sólo cinco personas fueron a trabajar a las plantas, y quedaron fuera más de 40. “Lo que pidió la compañera es que primero se abran los puestos laborales y después se pongan las exclusiones”, explicó. Finalmente, sostuvo que los trabajadores deben reconvertirse y formalizar su trabajo. “Pero queremos que se ponga la atención en el mientras tanto y que se pueda tolerar hasta no crear los puestos de trabajo alternativos. Sólo hay 28 personas trabajando en las plantas, y en el censo de 2009 éramos 9.000 clasificadores con chapa y carné”, afirmó.
El ministro del Interior, Bonomi, aseguró que no tuvo una sino varias reuniones con la Unión de Clasificadores de Residuos Urbanos Sólidos (UCRUS) y con representantes del PIT-CNT. “Al Ministerio del Interior le compete la posibilidad de abuso policial y hemos hablado con los responsables del tema en la Policía”, sostuvo. Bonomi dijo que los clasificadores no han pedido nuevas reuniones.
Durante todo el consejo permaneció una formación de blandengues en la puerta del cuartel, y a los costados se manifestaron distintas organizaciones. El ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, fue uno de los más abucheados al salir; a Martínez varias personas le gritaron “alcahuete”; al presidente, integrantes de la Asociación de Funcionarios Judiciales le pidieron “justicia para todos”.
Se concentraron, además, frente al cuartel, trabajadores de la Federación Uruguaya de la Salud, de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado, los “cincuentones” e integrantes de la Federación de Cooperativas de Vivienda Sindical, entre otros.