El presidente Tabaré Vázquez llegará hoy a Montevideo, culminando la misión oficial que lo llevó a Austria, Egipto y Suiza. En una de sus últimas actividades en este país, el mandatario habló en la apertura del 35º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, que está sesionando en la ciudad de Ginebra hasta el 23 de este mes. “El recorrido histórico de la convivencia, la dignidad y los derechos humanos no ha sido un paseo triunfal ni lineal, y también en nuestro país, en Uruguay, ha tenido recodos y momentos muy, pero muy amargos”, comenzó diciendo Vázquez ante el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, y los representantes de los estados parte. Vázquez transmitió el saludo de Uruguay a la reunión y dijo que se trata de “un país donde la democracia funciona y los derechos también”. Luego, subrayó el “permanente y siempre renovado compromiso” de Uruguay “con el multilateralismo, la universalidad e interdependencia de los derechos, el apego al derecho internacional y el respeto a la soberanía de los estados, manteniendo en todo momento la centralidad de la dignidad del ser humano en tanto sujeto de derecho”. “Es fundamental, por tanto, que todos los países reconozcamos, apoyemos, alimentemos y participemos junto a este instituto de derechos humanos para fortalecerlo como elemento fundamental para lograr una convivencia pacífica, justa y solidaria entre todos los habitantes del mundo”, sostuvo.

Candidato

Vázquez señaló que sobre esos principios básicos “Uruguay desarrolla un trabajo coherente y activo en el ámbito internacional. Son los que están pautando, por citar apenas un aspecto, nuestro desempeño como miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.

El presidente mencionó luego que Uruguay “ha presentado su candidatura a integrar este consejo en el período 2019-2021”; “confío en que así será y estoy seguro de que no los defraudaremos”, aseguró.

“En la construcción de una sociedad en la que podamos vivir juntos en paz y con justicia, cada persona, cada uno de nosotros es portador de un valor en sí mismo y no es un medio para un fin que le es ajeno. Cada vida, la vida de cada uno de los habitantes de este planeta, es un proyecto que merece ser realizado plenamente, y cada identidad, desde su particularidad, es una riqueza que conforma a la sociedad del mundo. El compromiso con la dignidad de todos y de cada uno es un posicionamiento ético-político que da origen al programa en el que históricamente se han construido los derechos humanos”, dijo Vázquez.

El mandatario agregó que “la convivencia hoy se encuentra amenazada por situaciones de injusticia, por procesos de desintegración, y de creciente descreimiento en las instituciones democráticas, y, como otra cara de una misma moneda, de creciente individualismo y competencia despiadada por bienes y lugares de privilegio. En un mundo que por momentos se parece demasiado a un hospital psiquiátrico administrado por sus propios pacientes, no está de más reivindicar la sensatez y, por qué no, hacer otras reivindicaciones imprescindibles”.

Entonces, reivindicó “la libertad y la democracia” y la política “como práctica social mediante la cual nos ocupamos colectivamente de los asuntos públicos”. “Reivindicarla en lo que tiene de debate de ideas, de competencia de proyectos, de expresión, de democracia y de ciudadanía, diferenciándola y alejándola del chimento, del griterío, del agravio, del espectáculo mediático o del ejercicio autorreferente con ansias ilimitadas de poder”, agregó.

Después, en referencia a las políticas públicas, Vázquez dijo que “tienen que estar fundamentadas, diseñadas y evaluadas desde una perspectiva de derechos humanos; si no, no son políticas públicas”. “Incluso el crecimiento económico no es un fin en sí mismo, sino un medio para la dignidad de todas las personas, y, para sustentar el costo de los derechos inherentes a ellas, corresponde al Estado garantizar el acceso a los bienes públicos a todas las personas, sin exclusiones y sin discriminaciones. Como estas prestaciones tienen un costo, corresponde a todos contribuir a su financiación, pero cada quien según su capacidad y según sus posibilidades. Que contribuyan más los que más tienen y que se beneficien quienes menos tienen”, sostuvo.

Zonas oscuras

“Estamos trabajando para derrocar cualquier foco de impunidad en el Uruguay. Estamos trabajando por verdad y justicia, porque en mi país hubo una dictadura que causó muertes, raptos, desapariciones, y lo que hoy busca el pueblo uruguayo no es venganza, sino que es verdad y justicia. Verdad y justicia para que nunca más exista terrorismo de Estado en nuestro país”, dijo el presidente uruguayo. Sin embargo, enseguida reconoció que esto se hace “con limitaciones, con dificultades y hasta errores”. “¿Por qué negarlo? ¿acaso hay gobiernos infalibles? Pero lo venimos haciendo. Y lo justo es reconocerlo. Lo viene haciendo la sociedad uruguaya en su conjunto, más allá de la amplia gama de identidades que hay en ella, porque la realidad indica que las naciones son construcciones permanentes y colectivas. Estamos y continuaremos trabajando para esclarecer zonas oscuras del pasado reciente del país en materia de graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos cometidas en el marco del terrorismo de Estado, y para que las mismas nunca más se repitan en nuestro país. Estamos y continuaremos trabajando por la consolidación de una estrategia de desarrollo sobre tres pilares que se implican mutuamente: igualdad, solidaridad y acceso universal a los derechos humanos”, expresó.

Militares

En otro orden, el presidente se refirió en rueda de prensa al proyecto de ley de reforma de la Caja Militar que el Poder Ejecutivo remitió recientemente al Parlamento. Explicó que varias cajas, como la de profesionales universitarios, tuvieron que ser reformadas para asegurar su funcionamiento. “Tuvimos que hacer ajustes, porque hay un desfasaje importante entre las prestaciones que prestan estos institutos y los ingresos que tienen para prestarlos, y hay que tratar de salvar a estas instituciones para que puedan seguir cumpliendo sus funciones, y lo que quedaba era la reforma de la Caja Militar y la encaramos”, sostuvo el mandatario.

También hizo mención a la sanción que le impuso al comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, tras el discurso que este pronunció el 18 de mayo. “El presidente de la República sancionó al comandante por las expresiones públicas que hizo. El comandante consultó con el ministro [de Defensa, Jorge Menéndez], y el ministro consultó con el presidente de la República, pero hubo temas que agregó al discurso que había presentado, y por eso fue sancionado”, explicó Vázquez.